4 preguntas clave sobre las varices
Las varices no son solamente algo antiestético, sino que también pueden provocar varios síntomas e incluso dar lugar a complicaciones. Aunque su incidencia dependa de varios factores, las varices afectan a entre el 10 y el 15% de la población, especialmente a personas con más edad y a mujeres.
¿Por qué salen las varices?
Las venas son los vasos que tienen la función de llevar la sangre al corazón, aportándoles oxígeno y nutrientes, lo que se llama retorno venoso.
Hay que tener en cuenta que la sangre de las piernas debe ascender, es decir, debe luchar contra la fuerza de la gravedad, lo que supone un esfuerzo añadido. Para poder llevar a cabo esta tarea, las venas tienen unas válvulas que impiden que la sangre retroceda, aparte de contar con la colaboración de los músculos de las piernas, que ayudan a empujar la sangre al contraerse. No obstante, cuando esa válvula se rompe, la sangre retrocede (reflujo) y dilata y alarga la vena, lo que origina la variz.
¿Cómo evitar las varices?
Existen varios factores de riesgo que se pueden evitar para prevenir la aparición de varices:
- Estar de pie: esta posición aumenta la presión de la columna venosa y obstaculiza el ascenso de la sangre al corazón.
- Genética: las personas con antecedentes en la familia con varices tienen el doble de probabilidades de padecerlas.
- Predisposición constitucional: una debilidad del tejido conectivo implica una pérdida de tono de las paredes de las venas, que provoca la aparición de varices.
- Obesidad: está comprobado que las personas con obesidad tienen el doble de posibilidades de tener varices.
- Estreñimiento: la dificultad para evacuar obliga a permanecer más tiempo sentado en el servicio y a hacer mayores esfuerzos, lo que aumenta la presión en la venas del abdomen y dificulta la salida de la sangre hacia las piernas.
- Anticonceptivos: producen retención de líquidos, lo que genera mayor volumen sanguíneo.
- Embarazo: las varices aparecen con mayor frecuencia en el embarazo especialmente por la presión del útero sobre los grandes vasos, los cambios hormonales y el aumento de peso.
- Trabajo: los trabajos en los que se permanece mucho tiempo de pie favorecen la aparición de varices.
- Falta de ejercicio: si los músculos no la falta de actividad de los músculos de las piernas hace que estos no colaboren para empujar la sangre hacia el corazón.
¿Qué tipos de varices existen?
Las varices pueden ser de cuatro grados o tipos:
- Varices de Grado I o varículas: también llamadas arañas vasculares, se presentan como venas finas de color violáceo, a veces con forma estrellada. En general, tan sólo se trata de un problema de tipo estético, aunque en algunas ocasiones pueden generar sensación de cansancio y pesadez en las piernas.
- Varices de Grado II: las venas son más visibles y se empiezan a notar síntomas como dolor, hormigueos, calambres, sensación de picor, escozor o calor, entre otros.
- Varices de Grado III: las venas están más dilatadas, los síntomas van aumentando y aparecen edemas, hinchazón y cambios en el color de la piel.
- Varices de Grado IV: en esta fase avanzada, aparecen úlceras, que son difíciles de tratar y pueden infectarse fácilmente, y zonas eccematosas.
¿Qué tratamiento requieren las varices?
En el mundo de la Medicina Estética los dos tratamientos recomendables para las varices son:
- Escleroterapia con espuma: consiste en inyectar espuma de un líquido esclerosante para producir irritación en el endotelio (paredes interiores de las venas). De este modo, el endotelio se cierra por sí mismo y la vena queda esclerosada, es decir, seca, por lo que queda prácticamente invisible.
- Láser o fotoesclerosis: este láser es un rayo de un solo color que calientan y destruyen las células de su mismo color, en este caso, los glóbulos rojos, transmitiendo el calor al endotelio y esclerosándolo y sin afectar a los tejidos de alrededor.