4 puntos clave sobre los tumores cerebrales
Un tumor cerebral es un tejido que crece dentro de la cabeza sin control. A menudo se lo confunde con la palabra “cáncer”, pero no deben mezclarse estos conceptos.
Los tumores cerebrales pueden originarse dentro del propio cráneo (también conocidos como tumores cerebrales “primarios”) o, de forma más frecuente, pueden ser consecuencia del asentamiento de células malignas originadas en otros tejidos (pulmón, mama, próstata, etc.). A estos últimos se los conoce como tumores cerebrales “secundarios” o metástasis.
Causas de los tumores cerebrales
Es importante diferenciar entre tumores primarios y secundarios. Estos últimos están asociados al tumor original, es decir, si el tumor cerebral es una metástasis de una lesión pulmonar, habrá que pensar en factores asociados a este tumor como el tabaco o la exposición al amianto.
Desafortunadamente, los factores asociados a tumores cerebrales primarios son pocos conocidos. Se han estudiado numerosos factores, como golpes en la cabeza o el uso de teléfonos móviles, pero no se ha podido demostrar una clara asociación con la aparición de tumores cerebrales.
Consecuencias de los tumores cerebrales
Como se ha mencionado anteriormente, los tumores cerebrales son tejidos que crecen sin control. Algunos crecen lentamente (tumores de “bajo grado” de crecimiento) mientras que otros crecen rápidamente (tumores de “alto grado” de crecimiento).
Esta diferenciación es muy importante, mucho más que el concepto “benigno” o “maligno” en el cerebro, puesto que un tumor puede ser benigno porque sus células no se diseminan (no dan metástasis), pero desafortunadamente está localizado en una región cerebral vital. Además, un tumor benigno puede causar alteraciones muy importantes en el comportamiento, en la movilidad o en la sensibilidad.
Síntomas de los tumores cerebrales
En cuanto a los síntomas, los tumores cerebrales pueden detectarse de forma casual en un paciente que se esta estudiando por dolor de cabeza. En otras ocasiones, pueden presentar síntomas neurológicos, como pérdida de fuerza, alteración del comportamiento o crisis convulsiva. Como se ha mencionado anteriormente, es importante la velocidad de crecimiento, ya que los tumores que crecen lentamente presentan menos síntomas que aquellos que crecen rápidamente.
Tratamiento quirúrgico de los tumores cerebrales
El gran desarrollo tecnológico de este siglo también ha llegado a los quirófanos. En la actualidad se puede realizar una intervención quirúrgica cerebral, quitando el tumor de forma completa y sin secuela. Los resultados quirúrgicos han mejorado tanto que el pronóstico de los pacientes no depende de la cirugía propiamente dicha, sino de la biología (agresividad) del tumor. La utilización de microscopio, la neuro-navegación y el mejor conocimiento de la anatomía cerebral nos permiten realizar cirugías más seguras para nuestros pacientes.
Es importante destacar que no todos los tumores cerebrales precisan cirugía, y la selección adecuada del tratamiento debe realizarse en comités formados por un equipo médico multidisciplinar, es decir, por especialistas en Neurocirugía, Oncología, entre otros.