6 puntos de la insuficiencia cardiaca que deberías saber
El corazón es el motor del cuerpo humano, que consta básicamente de cuatro cavidades dotadas de una potente pared muscular que permite su contracción; están separadas por válvulas, que se abren y se cierran según el ciclo cardiaco de llenado (diástole) o contracción (sístole). El ventrículo derecho recibe sangre venosa que la impulsa a los pulmones a oxigenarse, mientras que el ventrículo izquierdo recibe la sangre ya oxigenada y la expulsa hacia la aorta para ser distribuida por todo el organismo, permitiendo las funciones vitales.
¿Qué es la insuficiencia cardiaca?
La insuficiencia cardiaca es la situación a la que abocan la mayoría de enfermedades del corazón, y se puede definir como la incapacidad mecánica del músculo cardiaco para satisfacer las necesidades de sangre que debe circular por el organismo. Antes se definía como “fracaso del corazón como bomba”, centrando el problema en una reducción de la potencia mecánica contráctil del corazón. Pero también la insuficiencia cardiaca se puede deber a alteraciones asociadas del llenado cardiaco, producidas por múltiples causas y que dan lugar a consecuencias clínicas similares.
Síntomas de la insuficiencia cardiaca
El síntoma fundamental de la insuficiencia cardiaca es la sensación de falta de aire (disnea). El paciente pierde calidad de vida, por presentar dificultad respiratoria progresiva cada vez con esfuerzos menores, hasta llegar a tenerla en reposo. Tiene que dormir incorporado (ortopnea) por congestión pulmonar y en estadios más avanzados presenta retención de líquidos con hinchazón de abdomen y miembros inferiores (edemas), así como pérdida de fuerza muscular por disminución del aporte de sangre a los músculos periféricos o reducción del volumen urinario secundario a disminución del flujo sanguíneo renal.
Estadios de la insuficiencia cardiaca
La historia natural de la insuficiencia cardiaca presenta cuatro estadios:
- Estadio A: solo existen factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, hipercolesterolemia, tabaquismo o diabetes) que si no se controlan adecuadamente van a desembocar en una insuficiencia cardiaca por múltiples mecanismos, ligados principalmente a nuestra sociedad actual, a la enfermedad obstructiva de las arterias coronarias.
- Estadio B; hay alteración de la anatomía y función cardiaca, sin síntomas (por ejemplo, personas que ya han tenido un infarto de miocardio y que se encuentran asintomáticos).
- Estadio C: ya con síntomas y signos de insuficiencia cardiaca.
- Estadio D, con síntomas y signos severos de insuficiencia cardiaca, refractarios a tratamientos famarcológicos y de muy mal pronóstico, siendo necesarios dispositivos eléctricos de resincronización cardiaca, asistencia mecánica y trasplante cardiaco".
Pronóstico de la insuficiencia cardiaca
El pronóstico de la insuficiencia cardiaca en fases avanzadas es similar al de la mayoría de los cánceres, con una mortalidad superior al 50% a los 5 años.
Dada la mala evolución de la insuficiencia cardiaca en fases avanzadas y el ingente gasto económico que origina el cuidado de estos pacientes en términos de tratamientos e ingresos hospitalarios, es obligada la detección precoz de los factores de riesgo citados que pueden conducir a ella. Los exámenes de salud van a permitir detectarlos mediante la exploración física y analítica general, antecedentes personales y familiares y pruebas específicas, como la ecocardiografía o la prueba de esfuerzo, que permiten identificar anomalías valvulares, enfermedad del músculo cardiaco, enfermedad coronaria etc… que con medidas preventivas y tratamientos específicos van a impedir el desarrollo de la enfermedad.
Prevalencia de la insuficiencia cardiaca
La insuficiencia cardiaca es más prevalente en personas mayores de 65 años a causa de la acumulación de factores de riesgo y del paso de los años, que determinan afectación del músculo cardiaco y de los vasos sanguíneos. Los dos mecanismos básicos que la producen aparecen en un porcentaje similar de un 50%, y consisten bien en la disminución de la contractilidad del corazón, cuya primera causa es la enfermedad coronaria; y/o por rigidez del músculo cardiaco con pérdida de la distensibilidad necesaria para poder llenarse de sangre el ventrículo izquierdo y poder contraerse posteriormente de forma adecuada, como consecuencia de un aumento de grosor del músculo cardiaco o edad más avanzada, que determina fibrosis y rigidez del músculo cardicao y que suele asociarse a diabetes e hipertensión arterial.
Tratamiento de la insuficiencia cardiaca
Se dispone actualmente de un amplio arsenal terapéutico muy eficaz, que logra un aumento significativo de la supervivencia y mejoría de la calidad de vida de estos enfermos. Es fundamental aplicar las medidas preventivas de control de los factores de riesgo cardiovascular (dieta saludable, ejercicio físico regular, no fumar, control de las cifras de presión arterial, glucosa y colesterol) y corregir las patologías cardiacas asociadas que pueden determinar la aparición de insuficiencia cardiaca, como arritmias, lesiones valvulares o enfermedad de los vasos coronarios".
Contamos con fármacos muy potentes que se utilizan de forma escalonada según la gravedad de la enfermedad y medidas especiales como implantación de resincronizadores eléctricos, desfibriladores, asistencias mecánicas y hasta trasplante cardiaco en los casos muy avanzados y refractarios a la medicación.
Para más información consulte con el cardiólogo.