Adelgazar con salud: el problema de la ingesta desproporcionada de azúcar
En los últimos años los especialistas en Nutrición y Dietética están librando una auténtica batalla contra los azúcares simples, de los que un consumo excesivo puede llevar a los pacientes a padecer problemas de sobrepeso y obesidad, además de causar otras patologías relacionadas con el aumento de la grasa corporal y el aumento de los índices de insulina.
¿Dónde está el azúcar?
El azúcar no está únicamente en las cucharaditas de café o en las tartas de cumpleaños. El problema con el azúcar y las sustancias que se comportan como tal es que son muy frecuentes. La mayoría de estas sustancias son desconocidas para gran parte de la sociedad, y otras muchas aparecen escondidas en productos donde no se las espera. Se trata del azúcar a traición.
En principio, cuando se habla de estas sustancias se incluye a la glucosa y la fructosa, la sacarosa (que se conoce por ser el azúcar de mesa) y azúcares presentes en la miel, los jarabes y zumos y concentrados de fruta. Estas sustancias se añaden a multitud de alimentos y preparaciones para potenciar su sabor dulce y que aparezcan más atractivos. Por ejemplo a las bebidas refrescantes, los cereales del desayuno, panes y bollería industrial o salsas.
Ejemplos más concretos de estos productos son:
- Yogures desnatados. En algunos casos llegan a tener más de 15 gramos de azúcar por envase. Se trata del equivalente a dos sobres de azúcar.
- Cereales integrales. Suelen contener entre uno y dos sobres de azúcar por cada ración.
- Bebidas bajas en azúcar. En el caso de algunos refrescos que se publicitan como bajos en azúcar, la realidad es que tienen un contenido superior a 15 gramos de azúcar por lata.
En esta lista, además, no se ha mencionado en ningún momento a las harinas blancas refinadas que contienen muchos de estos productos, y que se comportan de forma muy parecida al azúcar.
Cómo evitar el exceso de azúcar
El mejor consejo es leer con atención las etiquetas nutricionales de los productos industriales. Sobre todo en aquellos en los que el mensaje publicitario afirma que se trata de productos con un 0% de azúcares, desnatados, bajos en azúcar, sin azúcar, light y un largo etcétera de sinónimos. Si lo son realmente tienen la obligación de demostrarlo. En caso contrario se trata de publicidad engañosa.