Agorafobia: ¿Cómo lo vive el paciente?

Agorafobia: ¿Cómo lo vive el paciente?

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 31/01/2019

La agorafobia es es un trastorno de ansiedad tienen que ver mucho con la anticipación de que algo malo pueda pasar. Como nos explica el Dr. Lerma Carrillo, especialista en psiquiatra y que desde hace diez años compatibiliza el ejercicio privado de la psiquiatría en Santiago de Compostela con la actividad.

 

¿Qué es la agorafobia?

La agorafobia se incluye dentro de los trastornos de ansiedad; y si bien es un cuadro que puede aparecer de forma aislada, es muy frecuente que sea una forma de complicación de un trastorno de pánico. La agorafobia se define como la aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el caso de aparecer una crisis de angustia inesperada, puede no disponerse de ayuda. Lo fundamental es ese temor al desamparo que puede aparecer en mil situaciones distintas: en lugares cerrados, como un bar o un aula llena de gente, pero también en espacios abiertos como en una excursión por el monte; o mientras se va con el coche por la autopista y no hay una salida próxima.

Es decir, tienen que ver mucho con la anticipación de que algo malo pueda pasar, algo así como: “la angustia por la posibilidad de angustiarse”. Este tipo de sensaciones conducen al paciente a evitar de forma más o menos consciente estas situaciones con el objetivo de tener la ansiedad bajo control.

El motivo último por el que puede aparecer la agorafobia a día de hoy es desconocido.
 

¿Qué sensación tiene el paciente que la padece?

En la mayoría de los casos, las personas que presentan agorafobia, describen la necesidad de evitar determinadas situaciones por temor a experimentar síntomas de pánico como dificultad para respirar, opresión en el pecho, taquicardia, temor a morir, volverse loco o perder el control.

Los síntomas específicos englobados dentro de la sensación “de perder el control” son específicos de cada sujeto y pueden incluir temores como perder el control de la vejiga o el intestino, vómitos, desmayos o la incapacidad para realizar cualquier tarea sencilla. En ocasiones puede llegar a ser difícil describir la naturaleza del miedo que se está experimentando y se describe como una sensación de temor generalizado o de que vaya a suceder algo malo de forma inminente.

¿Por qué y cómo se produce?

Aunque el motivo último por el que puede aparecer la agorafobia a día de hoy es desconocido las investigaciones más recientes sugieren que se trata de un cuadro con un componente biológico, relacionado con la predisposición genética; psicológico, en relación a determinados rasgos de personalidad; y ambiental, relacionado con procesos de aprendizaje en el contexto de la ansiedad.

¿Qué tratamiento ha de seguir el paciente?

El primer paso a seguir en el tratamiento que recomiendan los especialistas en Psiquiatría es un correcto diagnóstico. Esto incluye descartar otros cuadros que pueden dar lugar a síntomas similares a los de la agorafobia como el trastorno de ansiedad social, las fobias simples, el trastorno por estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo o el trastorno depresivo. Una vez realizado el diagnóstico y en función de la intensidad de los síntomas y cómo estos repercuten en el funcionamiento diario del paciente, existen distintas estrategias terapéuticas que pueden incluir fármacos, como antidepresivos y ansiolítocos; y psicoterapias de perfil cognitivo conductual. La elección del plan terapéutico siempre deberá realizarse de forma individualiza, con un profesional con experiencia en el manejo de los problemas de ansiedad y teniendo en cuenta las preferencias del paciente.

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