Anemia nutricional

Anemia nutricional

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 23/04/2019

Una persona padece anemia cuando la concentración de hemoglobina o la capacidad de transportar oxígeno en la sangre es más baja de lo habitual. La deficiencia de hemoglobina puede ser consecuencia de una reducción de eritrocitos o de la disminución de hemoglobina dentro de los mismos.

Incidencia y Tipos

La anemia es una enfermedad que afecta a más del 24% de la población mundial. Los niños preescolares y las mujeres que no están embarazadas son los grupos sociales que la padecen con mayor incidencia. Existen distintos tipos de anemia que se diferencian en función de cual sea su origen:

- Por pérdida de sangre

- Por una destrucción excesiva de eritrocitos

- Por una alteración en el mecanismo de producción de eritrocitos (por falta de hierro, vitamina B12, ácido fólico o vitamina C)

- Anemias derivadas de otras enfermedades (infecciones, cáncer, cirrosis….)

En este artículo nos centraremos en dos tipos de “anemias nutricionales” que aparecen como consecuencia de una ingesta inadecuada de determinadas sustancias.

El organismo necesita una cantidad determinada de hierro cuando y si no se ingiere en la cantidad suficiente,  provoca la anemia ferropénica. Es frecuente que este tipo de anemia surja durante la menstruación,  en embarazos múltiples o en úlceras. En el caso de los más pequeños, la anemia ferropénica aparece por una falta de hierro durante la época de crecimiento. Los síntomas más frecuentes son cansancio, disnea de esfuerzo y uñas y mucosas pálidas.

El tratamiento se basa en la administración oral de hierro, el problema es que, a veces, el organismo no absorbe el hierro ingerido. Para ello existen sustancias como el ácido ascórbico aunque tienen algunos efectos secundarios como diarrea, náuseas o estreñimiento. El lado positivo es que en poco tiempo se logra recuperar la concentración de hemoglobina.

En cambio, cuando la anemia está causada por una carencia de ácido fólico, se recomienda un tratamiento de folatos por vía oral. Este tipo de anemia aparece sobre todo en embarazadas y lactantes aunque también suele manifestarse en pacientes con enfermedades hepáticas o en diálisis. Las personas que lo padecen sienten fatiga, irritabilidad y disnea.

 

 

Consejos prácticos

Sea cual sea el tipo de anemia, es muy importante tener presente que una alimentación  variada y equilibrada puede mejorar la situación sin necesidad de recurrir a un tratamiento farmacológico. Además, aunque el grado de absorción del hierro depende de los niveles iniciales que tenga la persona,  hay una serie de prácticas que deberían seguir aquellas personas con anemia para disminuir los efectos:

- En primer lugar es importante saber distinguir el hierro hemo, aportado por los alimentos de origen animal (carnes, pescados, aves y mariscos) y el hierro no hemo de origen vegetal (granos, vegetales y frutas), ya que la capacidad de absorción de éste último es peor.

- Fomenta el consumo de alimentos como frutos secos y semillas, carnes rojas, yema de huevo o mariscos entre otros. Ver anexos.

- Ten presente que hay componentes que favorecen la absorción del hierro como son la vitamina C, fructosa, ácido cítrico, proteínas (sobretodo aminoácidos como lisina, histidina, cistina o metionina)

- Evita o reduce el consumo de alimentos que contengan ácido oxálico (espinacas) taninos (café,té), fitatos (fibra de envoltura de cereales), o situaciones de carencia de ciertas vitaminas, exceso de determinados minerales o la insuficiencia de proteínas.

- Los cereales integrales tienen más hierro, vit B12 y ácido fólico que los refinados pero debido a su contenido en fitatos se recomienda no abusar.

- Entre los postres idóneos están los cítricos por su aporte de vitamina C o los lácteos ya que mejoran la absorción de ácido fólico.

- Cuando consumas legumbres es bueno añadir algo de patata o arroz para mejorar la calidad de la proteína y pimiento o zumo de naranja/kiwi en postre por su vitamina C.

Si quieres disfrutar de un buen estado de salud realiza una buena alimentación, variada y equilibrada con un consumo moderado de todos los grupos de alimentos. Te ayudará a prevenir problemas de salud y a mantenerte en un peso saludable. Recurre a un especialista como es el Dietista-Nutricionista si quieres mejorar tus hábitos.

Nutrición y Dietética