Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica de características “autoinmune” (se producen sustancias contra el propio organismo, que se conocen como Anticuerpos). Principalmente afecta a las articulaciones de los huesos, aunque es una enfermedad que puede dañar otros órganos y sistemas.
Sintomatología
Este reumatismo puede aparecer a cualquier edad y, desde el punto de vista clínico, se caracteriza por dolor e inflamación de las articulaciones, especialmente en manos, muñecas, codos, hombros, rodillas y pies. La artritis reumatoide, en ocasiones, se acompaña de fiebre, cansancio y malestar general. El paciente nota rigidez articular (“como si le faltara aceite”), especialmente por las mañanas, que mejora a lo largo del día. Si no se trata, la articulación se va deformando, haciendo que pierda su función poco a poco, mientras se atrofia el tejido muscular.
El diagnóstico se realiza a partir de los signos y síntomas, confirmándolo con pruebas complementarias. Se ha demostrado que la artritis reumatoide afecta más a la mujer que al varón (3 mujeres por cada varón), ya que hay un importante factor hormonal. Si no se trata a tiempo, al margen de que puede deformar y destruir las articulaciones trayendo consigo una invalidez importante, también puede afectar a órganos internos como el pulmón, los ojos etc.
Avances en el tratamiento de la Artritis Reumatoide
Hasta hace 15 años la artritis reumatoide podía ser una enfermedad devastadora llevando a gente, muchas veces muy joven, a una invalidez grave. Hoy en día las cosas han cambiado radicalmente.
El diagnóstico temprano, el tratamiento con fármacos eficaces desde el diagnóstico y el seguimiento estrecho del paciente, han conseguido que la inmensa mayoría de los pacientes lleven una vida prácticamente normal. Por ello es fundamental que ante los primeros síntomas de sospecha se consulte para descartar la existencia de esta enfermedad.