Aspectos a tener en cuenta antes de someterse a una reducción de pecho
La cirugía de reducción mamaria abarca todas las técnicas quirúrgicas encaminadas a reducir el tamaño de la mama. Todas ellas llevan implícitas una remodelación de la mama, es decir, además de reducir se consigue una mama más armónica, más acorde con las características físicas de la paciente.
Técnicas de reducción de pecho
Hay muchas técnicas para reducir el volumen de las mamas. Lo primero que tenemos que hacer es valorar anatómicamente el pecho que vamos a operar. Hay que saber si las proporciones son correctas, si existe alguna deformidad (a parte del exceso de volumen), y a qué distancia está el complejo areola-pezón.
Dependiendo del volumen que se tenga que reducir, se aplicará una técnica u otra. Algunas opciones son relativamente sencillas y, con ellas, se puede extraer un volumen moderado sin utilizar una técnica agresiva; y hay otras en las que se utilizan abordajes más amplios que implican cicatrices con un componente horizontal, a las que se recurre cuando se tiene que extraer un volumen excesivo o cuando se tiene que subir mucho la mama.
Es el cirujano es quien tiene que valorar cómo está la mama y qué maniobras se precisarán para realizar la remodelación de la misma, pues es muy importante escoger la técnica indicada para cada paciente.
En general, las intervenciones de reducción mamaria son muy bien valoradas por las pacientes; ellas mismas lo dicen, que “se quitan un peso de encima”.
El resultado estético es muy bueno, y se percibe inmediatamente después de la cirugía.
Revisión y seguimiento tras una reducción de pecho
En las mamoplastias de reducción seguimos un sistema de vigilancia para asegurarnos que la cicatrización es buena. La paciente suele volver a la semana, al mes, a los tres meses, a los 6 y después de manera anual. Nos gusta seguir a las pacientes a lo largo del tiempo.
También creemos que es muy importante seguir fisioterapia postoperatoria, es decir, métodos para reducir la inflamación y acortar el periodo postoperatorio. Se efectúa por fisioterapeutas especializados en este tipo de terapia; drenan la inflamación de la zona para que las molestias postoperatorias se reduzcan y se consigan mejores resultados a largo plazo.