Aumento de mamas ético
El aumento de mamas es la cirugía estética más demandada en todo el mundo. Para poder llevarla a cabo, hay unos parámetros éticos que siempre hay que cumplir para no poner en peligro a la paciente.
En primer lugar, el centro médico escogido ha de tener cirujanos debidamente preparados y con la suficiente experiencia. En este sentido, hay que tener en cuenta que no existe la “cirugía estética” como especialidad médica única, sino la especialidad en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (la titulación que ha de tener un profesional que practique este tipo de intervenciones). Esta cualificación conlleva una formación específica. Actualmente, más de 9.000 médicos operan sin la debida titulación.
Es fundamental que antes de la intervención se haya tenido una visita personal en consulta donde el propio cirujano que va a operar a la paciente, le dé un diagnóstico definitivo. No ha de esperar a conocer al cirujano el día que entre a quirófano. Es evidente que una operación como un aumento de mamas no se puede valorar con fotografías o por una videoconferencia; el profesional ha de valorar la forma y, entre otros muchos aspectos, la calidad de la piel.
A la hora de escoger las prótesis mamarias, hay que saber que no sólo lo importante es la talla, sino la forma, la proyección, la anchura de la base y las distintas marcas comerciales. Todos estos valores los ha de tener en cuenta el cirujano a la hora de recomendar una u otra prótesis. Ha de depender de las medidas corporales de la paciente. Hay empresas que, sin embargo, acumulan stock de prótesis mamarias y, en ocasiones, únicamente tienen en cuenta el tamaño, sin personalizar completamente la elección del implante para la paciente. El objetivo es conseguir un aspecto lo más similar posible a un pecho natural, ya sea utilizando prótesis redondas o anatómicas, conocidas como “en forma de gota”. Precisamente, estas últimas se caracterizan porque ofrecen unos resultados más naturales, y requieren algo más de pericia por parte del cirujano. En las cirugías demasiado económicas siempre le van a ofertar prótesis redondas, más fácil de colocar y de un coste más barato.
Otro aspecto donde suelen “ahorrar” este tipo de empresas es en el tiempo de hospitalización. Hay que tener en cuenta que algunas pacientes van a necesitar más tiempo de ingreso que otras. Descarte propuestas donde no se tienen en cuenta las necesidades específicas de cada mujer. Entre 16 y 24 horas de ingreso hospitalario es el tiempo que garantiza suficientemente la seguridad del paciente en el postoperatorio inmediato. La mayoría de las veces no es aconsejable enviar a la paciente recién operada a su casa por los riesgos que ello podría suponer. La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) recomienda que se dé el alta al día siguiente al ingreso.
En definitiva, utilizando prótesis mamarias baratas y ahorrando en la seguridad, en el quirófano y en el tiempo de hospitalización, así como también en personal del equipo quirúrgico, este tipo de empresas ya pueden ofrecer estos servicios por precios muy económicos. Si a ello le añadimos que los honorarios de los propios cirujanos son mínimos y que, además, éstos se ven saturados porque les programan un gran número de operaciones con un límite muy estricto de tiempo, de ahí resultan las famosas ofertas bomba de aumento de mamas.