Blefaroláser: técnica de blefaroplastia asistida por láser CO2

Blefaroláser: técnica de blefaroplastia asistida por láser CO2

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 01/05/2019

El blefaroláser es un procedimiento quirúrgico poco invasivo que permite la eliminación de bolsas grasas y de exceso de piel de la zona periocular, consiguiendo un rejuvenecimiento periocular completo. Se realiza mediante nuestros láseres de CO2 incisionales y de rejuvenecimiento de última generación.

La técnica se puede hacer en el párpado superior y en el inferior, se realiza bajo sedación y es muy poco molesta para el paciente. Dura entre 30 y 70 minutos, dependiendo de la complejidad del caso, y de si se realiza en la parte superior, inferior o en ambas.

Después de más de 1200 intervenciones mediadas por láser, nuestra experiencia nos ha permitido introducir mejoras técnicas, que se traducen en una menor agresividad y mejor recuperación; de esta manera, nos diferenciamos del resto de los cirujanos que ejecutan estos procedimientos.

Blefaroplastia por láser para párpado superior

  • Se marca la zona de piel a resecar y la localización de las bolsas.
  • Se ponen unas lentillas de protección ocular para aislar el globo ocular del resto de la región a tratar.
  • Como trabajamos mediante sedación y el procedimiento es extremadamente exangüe y limpio, no aplicamos anestesia local sobre la piel del parpado superior que vamos a eliminar, ya que con el láser el despegamiento de los tejidos es perfecto y el paciente no siente nada de dolor. Tras la incisión de la piel ésta se tensa y se va separando del lecho muscular que hay por debajo. Esto supone una gran mejora técnica, ya que la inflación y el sangrado postquirúrgico es mínimo, induciendo una rapidísima recuperación.
  • Se procede a la eliminación de la piel sobrante mediante láser incisional, de modo que la piel se despega del músculo inferior sin sangrado, usando la incisión de Eremia, que previene el envejecimiento y la caída de la piel posterior y se contrae el exceso de músculo con el láser. Posteriormente se extrae la grasa mediante una mínima incisión láser que no requiere sutura.
  • Se cierra la herida de la piel superior con una sutura finísima no visible que se quita en 5-6 días.

Con el blefaroláser, como no tocamos el músculo, obtenemos 3 ventajas:

  • La cirugía se convierte en una intervención mucho más superficial y, por tanto, más segura. No veremos ni tocaremos estructuras profundas, como la glándula lagrimal, septos o músculos profundos, ya que el orbicular no se secciona. Además, al no eliminar músculo desaparece el riesgo de una eliminación excesiva del mismo que pueda impedir el cierre del párpado.
  • Al no abrir la estructura muscular, hay menor edema, sangrado y hematoma. Además, al despegar la piel mediante láser sin sangrado hay menos inflamación y edema, y se evita la formación de hematoma; con este procedimiento, el hematoma postquirúrgico pasa del 87% al 3%.
  • Al no haber sección muscular, el párpado se pliega de modo más natural y la recuperación es mucho más rápida.

 

Blefaroplastia por láser para párpado inferior

  • Se marca la localización de las bolsas.
  • Se ponen unas lentillas de protección ocular para aislar el globo ocular del resto de la región a tratar.
  • Se realiza una incisión de unos milímetros a través de la conjuntiva y se accede a las bolsas resecándolas. Gracias a la limpieza y precisión del láser, no es necesario dar puntos en ningún caso.
  • Se pasa el láser de resurfacing sobre la piel del párpado inferior para obtener una retracción eficaz y segura de la misma, eliminando así las arrugas por exceso cutáneo.
  • En nuestra técnica añadimos agentes regenerantes y procoagulantes para disminuir la inflamación y el sangrado en el lecho quirúrgico, lo que favorece una rapidísima recuperación.

 

Diferencias entre el blefaroláser y las técnicas tradicionales

Las diferencias entre el blefaroláser y las técnicas tradicionales en el tratamiento del párpado inferior son muy notables, a favor del primero.

Tenemos que diferenciar entre el abordaje transcutáneo tradicional y el abordaje transconjuntival tradicional.

En el abordaje transcutáneo tradicional se requiere la resección de piel y el músculo orbicular del párpado inferior (con la consiguiente cicatriz posterior), se resecan las bolsas grasas y se suturan de nuevo músculo y piel.

La apertura de la musculatura orbicular empeora la recuperación y se relaciona con más complicaciones postoperatorias.

Con esta técnica hay más inflamación, sangrado y hematoma ya que se debe abrir la piel y el músculo orbicular. Mediante el láser, estas estructuras musculares quedan conservadas, ya que el abordaje es transconjuntival y mientras se realiza el corte coagula la sangre, habiendo por tanto un traumatismo mínimo.

Por su parte, con el abordaje transcutáneo tradicional hay riesgo de cicatrización anómala de la piel, con la aparición de cicatrices visibles o ectropion, siendo inexistente lo primero y muchísimo menos probable lo segundo con el láser.

Con el blefaroláser es muy excepcional la aparición de complicaciones en parpado inferior. 

En el abordaje transconjuntival tradicional se tratan las bolsas a través de la conjuntiva, pero al no usar láser (se usa bisturí eléctrico normalmente con punta de colorado), el sangrado y la inflamación es mayor.

Para la resección de las bolsas se debe usar pinzas de clampado y coagulación previa al corte de las mismas, lo que hace que haya mucho más traumatismo que con el láser, que reseca directamente las bolsas a la vez que coagula los pequeños vasos sanguíneos responsables de los hematomas. 

Además, con el láser de CO2 no se necesita suturar la conjuntiva, mientras que con la técnica tradicional en ocasiones sí.

Cirugía Plástica, Estética y Reparadora