Cáncer colorrectal: diagnóstico y tratamiento
El cáncer colorrectal (CCR) representa la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo occidental después del cáncer de pulmón en el hombre y de mama en la mujer. Cada año se diagnostican en España aproximadamente 25.000 nuevos casos de CCR. La mejora en las expectativas de vida de estos pacientes se ha visto notablemente mejorada en las últimas décadas gracias a un mejor conocimiento de la enfermedad, a un perfeccionamiento de las técnicas diagnósticas y a un enfoque multidisciplinar del tratamiento.
El origen del cáncer colorrectal es multifactorial. Se trata de una enfermedad que predomina en el mundo occidental y en cuyas causas se imbrican factores genéticos y medioambientales. Un 35% de los casos tienen un claro componente familiar en el que cada vez se conocen mejor los trastornos genéticos que lo desencadenan.
La mayor parte de los cánceres colorrectales se localizan en el colon propiamente dicho, mientras que un 30% están localizados en el recto, es decir, en los últimos 15 cm del tubo digestivo.
Los métodos para diagnosticar el cáncer colorrectal incluyen la colonoscopia total con biopsia, la radiología (TAC, Resonancia magnética y ecografía) y el test de sangre oculta en heces. Esta última prueba forma parte de diversos programas de detección precoz de la enfermedad. La sospecha clínica de CCR debe fundamentarse en la presencia de uno o varios de los siguientes factores:
- Un cambio en la frecuencia y consistencia de las deposiciones (alternancia de diarreas con periodos de normalidad o de estreñimiento) mantenido durante más de seis semanas y sin otra causa evidente.
- Presencia de sangre en heces durante más de seis semanas y sin que existan patologías anales como hemorroides o fisuras, que expliquen dichas pérdidas de sangre.
- Anemia de origen desconocido.
Hoy en día se incluyen en la población con riesgo de contraer la enfermedad aquellas personas con antecedentes familiares directos que hayan tenido cáncer de colon o el hallazgo de pólipos en una colonoscopia previa.
El tratamiento del cáncer colorrectal es esencialmente quirúrgico. Una técnica correcta en manos expertas es siempre una garantía añadida en el proceso de erradicación de la enfermedad. Algunos cánceres de recto precisan tratamiento con radio-quimioterapia antes de la cirugía con objeto de reducir el tamaño del tumor, mientras que determinados casos de cáncer de colon se pueden beneficiar de un tratamiento con quimioterapia tras la cirugía.
Gracias al tratamiento multidisciplinar, es posible un enfoque terapéutico en cualquier estadío de la enfermedad que persiga su erradicación y la mejora en el pronóstico del paciente.