Cáncer de vejiga: uno de los más comunes
El cáncer de vejiga en el hombre ocupa el cuarto lugar, después del cáncer de próstata, pulmón y colon y en la mujer ocupa el octavo lugar. Aunque es mucho más presente en hombres, las mujeres pueden tener un peor pronóstico, según los especialistas.
En relación a la edad, en dos tercios de los casos se diagnostican a partir de los 60 años, siendo poco frecuentes los casos en pacientes de menos de 40 años.
Posibles causas del cáncer de vejiga
La exposición a determinadas sustancias tóxicas carcinogénicas, el hecho de que éstas se eliminen por el riñón, y que la orina mantenga un contacto estrecho durante horas con la mucosa vesical, hacen que la vejiga sea un órgano diana excelente para el desarrollo de un tumor.
Entre los factores de riesgo encontramos:
- El hábito de fumar es con diferencia el factor de riesgo más importante, la mitad de los tumores en el hombre y algo más de una cuarta parte de las mujeres se deben directamente al tabaco.
- Los tintes industriales, especialmente los tintes del cabello.
- La ingesta excesiva de café y malos hábitos dietéticos, especialmente pobres en vitaminas, utilización masiva de edulcorantes y poca ingesta de líquidos.
- Radioterapia de la zona pélvica por tumores.
- Cistitis infecciosa y crónica.
- Posible relación con el virus del papiloma humano.
Síntomas del cáncer de vejiga
El síntoma más frecuente y que orienta de inmediato hacia un diagnóstico de sospecha es la presencia de sangre en la orina, conocido como hematuria y presente en la mayoría de los casos. Suele ser un sangrado que se observa, hematuria macroscópica, aunque en ocasiones solo se identifica en el análisis de orina, es decir, hematuria microscópica. Esta presencia de sangre en la orina es habitual que se desarrolle durante toda la micción, en ocasiones incluso con coágulos.
Aunque casi siempre se manifiesta sin molestia, a veces puede presentarse con síntomas parecidos a una cistitis: escozor, dolor en la uretra y bajo vientre, aumento del número de micciones y urgencia de orina.
Diagnóstico del cáncer de vejiga
El diagnóstico generalmente se realiza con una ecografía de la vejiga, que permite identificar el tumor dentro de esta. En otras ocasiones se necesita la realización de una cistoscopia, que explora la vejiga directamente, identifica el tumor y otras lesiones vesicales.
En los casos con síntomas de cistitis se suele solicitar la citología urinaria que informa del diagnóstico de sospecha, ya que la mayoría de las exploraciones radiológicas no son concluyentes. En ocasiones se realiza un TAC y una Urografía para completar el análisis del aparato urinario y saber si el tumor se ha extendido.
Tratamiento del cáncer de vejiga
El tratamiento inicial es la extirpación completa del tumor a través de la uretra, se conoce como resección transuretral, con anestesia raquídea o epidural. Esto permite realizar el análisis anatomo-patológico del tejido extirpado, generalmente maligno, e identificar el grado de invasión de la pared vesical. Según el grado de invasión se clasifican los tumores en superficiales e infiltrantes, que es lo que al final determinará el tratamiento a seguir.