Características y resultados de un peeling
El peeling es un procedimiento de Dermatología Estética con el que buscamos mejorar el aspecto de la piel. Mediante la aplicación de ciertos agentes químicos (ácido tricloroacético, ácido glicólico, ácido salicílico, ácido láctico, etc.) se intenta exfoliar la epidermis y así producir una renovación de las capas superficiales de la piel.
El procedimiento se realiza en consulta médica en unos 20 minutos. Unos días después de su realización, se produce una exfoliación tras la cual comienza la renovación epidérmica que buscábamos. Realizado en manos de un especialista en Dermatología, el peeling químico es un tratamiento seguro, eficaz y bien tolerado.
Características del peeling
Realizamos un peeling cuando queremos recuperar la luminosidad, mejorar la textura y atenuar las manchas e imperfecciones de la piel. Según la potencia, distinguimos tres tipos de peelings: superficial, medio y profundo.
En caso de realizar un peeling superficial solemos recomendar repetirlo hasta 3 ó 4 veces con un intervalo de 2-3 semanas, para lograr mejores resultados. El peeling medio es más efectivo y puede repetirse pasados 1 ó 2 meses y el peeling profundo requiere un tiempo de recuperación mucho más prolongado pues es más abrasivo y puede repetirse una vez al año si se requiere.
Resultados del peeling
Inmediatamente después de realizar un peeling químico se produce un leve enrojecimiento, seguido de sensación de piel seca y, por último, la exfoliación. Ésta dura 3-4 días (aproximadamente) y a partir de entonces se inicia la regeneración cutánea. Tras un buen peeling verás que tu piel está más luminosa, firme y elástica; habrá mejorado su textura y se habrán reducido las manchas y los poros. En definitiva, tras realizar un peeling químico después de una preparación adecuada, obtendrás un rejuvenecimiento integral de tu piel logrando un aspecto más saludable.
Efectos secundarios del peeling
En general, el peeling es un procedimiento estético seguro y bien tolerado, pero no está totalmente exento de efectos secundarios. Para minimizarlos es necesaria una correcta valoración médica previa a la realización del procedimiento.
En esa valoración inicial vemos si el paciente tiene episodios de herpes labial, porque en ese caso habrá que hacer una profilaxis para que el virus no se reactive tras el peeling. Es necesario descartar que haya un herpes activo o verrugas víricas, para evitar que se propaguen. Además, según cada tipo de piel, habrá que elegir el peeling adecuado, puesto que las pieles más oscuras pueden tener hiperpigmentaciones postinflamatorias (manchas que aparecen tras el peeling).
En definitiva, es un procedimiento sencillo y seguro pero ha de realizarse bajo supervisión médica para minimizar los riesgos.