Causas de los pólipos en el colon
Los pólipos son crecimientos anormales en los tejidos. Dentro de la especialidad del Aparato Digestivo, los pólipos son una protuberancia del revestimiento del tubo digestivo. El especialista que realiza endoscopias visualiza estos pólipos en algún tramo del tubo que está explorando: en el esófago, en el estómago, en el intestino delgado o en el colon. Los pólipos digestivos más frecuentes son los pólipos en el colón, es decir, los que aparecen en el intestino grueso.
Estos tumores benignos en ocasiones crecen en forma de tallo y parecen hongos, y, en otras, pueden ser planos. Con frecuencia los pacientes presentan varios pólipos en distintas partes del colon. Algunos de éstos pueden contener pequeñas zonas cancerígenas, conocidos como pólipos malignizados.
Causas de los pólipos en el colón
Los pólipos en el colon son muy frecuentes en los adultos. De hecho, las probabilidades de sufrir pólipos aumentan con la edad. Si bien no son frecuentes en personas de 20 años, se estima que una persona promedio de 60 años de edad, sin factores de riesgo especiales para tener pólipos, tiene un 25% de probabilidades de encontrar pólipos durante una colonoscopia.
No se sabe cuál es la causa de los pólipos. Algunos expertos creen que una dieta alta en grasas y baja en fibras puede predisponer la formación de pólipos. Y, además, puede existir un riesgo genético de desarrollar pólipos.
El mayor factor de riesgo para desarrollar pólipos es ser mayor de 50 años. Un historial familiar de pólipos en el colon o cáncer de colon aumenta el riesgo desarrollar pólipos.
Los hay de diferentes tipo histológico: adenomatosos, hiperplásicos y vellosos, entre otros. Por ello, es muy importante su examen al microscopio. El riesgo de degeneración (malignización) está relacionado con el tipo de pólipos según su histología, con el tamaño y con los años de evolución, así como otros factores extrínsecos del paciente como el tabaco o la predisposición familiar.
Tratamiento para los pólipos en el colón
Los pólipos son formaciones que pueden preceder a los tumores, por eso se recomienda extirparlos.
La técnica de elección para tratar los pólipos es el uso de la terapia endoscópica. La mayoría de los pólipos que se encuentren durante la colonoscopia se podrán eliminar por completo durante el propio procedimiento. Hay disponibles varias técnicas para su eliminación; la mayoría implica cortarlos con un alambre (asa de polipectomía), con fórceps para biopsia y/o quemar la base de los pólipos con corriente eléctrica o gas argón. Esto se llama resección de pólipos, también conocida como polipectomía.
Debido a que el revestimiento del intestino es insensible a los cortes o quemaduras, la resección de pólipos no causa incomodidad. Los pólipos resecados se examinan después en el microscopio para determinar el tipo de tejido y para detectar cualquier tipo de cáncer. Si se elimina un pólipo grande, de aspecto degenerado o que no se puede resecar endoscópicamente y se deja para una posible cirugía, el endoscopista podrá marcar el sitio inyectando pequeñas cantidades de tinta china en la pared del intestino (tatuaje endoscópico).
En el caso de pólipos grandes, se pueden hacer técnicas más avanzadas de resección de pólipos, como la mucosectomia o disección submucosa endoscópica. En esta última técnica, los pólipos se resecan hasta llegar a la capa muscular mediante un catéter disector que permite la obtención en una pieza de todo el pólipo. Recientemente, en algunos casos de pólipos degenerados (malignos) de un determinado tamaño, se está pudiendo hacer una resección transmural, es decir, resecar todas las capas de colon en una zona que incluya el pólipo y con sellado posterior de la escara.