Cirugía de la uretra, tratamiento de la estenosis uretral
La uretra es el conducto que vehicula la orina desde la vejiga urinaria, lugar donde se almacena, hasta el exterior. En el varón es un conducto mucho más largo y atraviesa la glándula prostática, con una morfología curva. En la mujer es un conducto más corto y accesible. Los problemas obstructivos de la uretra, denominados estenosis de uretra, se confunden con mucha frecuencia con el crecimiento obstructivo de la próstata, afección mucho más frecuente en relación con el envejecimiento natural del hombre.
Sin embargo, la correcta diferenciación de los dos procesos es vital porque el tratamiento es totalmente diferente.
El posicionamiento anómalo de la parte final de la uretra (generalmente, Hipospadias), el meato o lugar por el que la orina sale al exterior, es una anomalía congénita frecuente en el niño recién nacido que también debe ser corregida quirúrgicamente.
¿Qué es la estenosis de uretra?
Se trata de una estrechez del conducto de la uretra que provoca dificultad para orinar o, al menos, para vaciar completamente la vejiga, lo que a largo plazo provocará infecciones de orina, incontinencia o pérdidas, chorro flojo y entrecortado, sensación de urgencia y aumento de la frecuencia miccional.
Según pasa el tiempo la situación puede empeorar y provocar la destrucción del músculo de la vejiga tras años de trabajar a gran presión, lo que puede provocar incapacidad para orinar (retención urinaria crónica), ascenso de la orina a los uréteres o riñones desde la vejiga e insuficiencia renal irreversible, aún teniendo el paciente la sensación de encontrarse perfectamente y de orinar confortablemente.
La causa de la estenosis de uretra puede ser congénita (de nacimiento), traumática, infecciosa, por manipulación del tracto urinario inferior (sondas, cirugía transuretral…), inflamatoria e incluso desconocida. Mención aparte merece la Balanitis Xerótica Obliterante (BXO), afección de probable causa autoinmune y que al inicio se confunde con una fimosis o estrechamiento del prepucio y que acaba estrechando toda la uretra.
Las estenosis de uretra no son exclusivas del varón, contrariamente a lo que algunos médicos consideran debido a su diferente anatomía, y ello provoca que muchas mujeres no sean diagnosticadas ni tratadas.
¿Qué tratamiento requiere la estenosis de uretra?
La estenosis de uretra tiene siempre un tratamiento quirúrgico. En casos seleccionados, de causa congénita, corta longitud y sin fibrosis, puede intentarse una uretrotomía endoscópica, poco invasiva y fácil de realizar pero con una tasa de éxito de, a lo sumo, el 40% en estos casos favorables.
En los demás, el tratamiento es cirugía abierta. Dependiendo de la causa, la localización de la misma y su aspecto, se puede optar por realizar exéresis del segmento uretral estrecho y una anastomosis termino-terminal (cortar la zona enferma y volver a unir los cabos), no recomendado si la longitud es mayor de 1-1.5 cm para evitar incurvaciones del pene en erección, u optar por uretroplastias de aumento o sustitución con colgajos de piel o injertos libres.
Salvo que sea posible realizar una uretroplastia termino-terminal, solemos optar por los injertos de mucosa bucal (del interior de la boca del paciente), con una tolerancia excelente, el paciente está comiendo al día siguiente, y una muy buena viabilidad de la mucosa en el lecho uretral.
En el caso de que sea precisa una sustitución de la uretra enferma (por ejemplo, en una BXO), hacemos una cirugía en dos tiempos: primero extirpamos la uretra enferma y colocamos el injerto de la mucosa bucal en el sitio, y a los 4-6 meses se interviene de nuevo el paciente para cerrar la nueva uretra y darle una conformación tubular.
La recuperación del paciente suele ser rápida y el ingreso no suele prolongarse más de 2 o 3 días, aunque la sonda vesical se mantiene, dependiendo de la técnica utilizada, hasta tres semanas.
Posteriormente puede ser necesario realizar durante una temporada calibraciones de uretra a nivel ambulatorio para comprobar que la uretra no vuelve a estrecharse. No recomendamos las dilataciones de uretra como tratamiento definitivo de una estenosis de uretra masculina, pero las que se realizan después de una intervención quirúrgica pueden ayudar en el proceso de cicatrización y prevenir la reestenosis; sólo se realizan en casos seleccionados, de ahí la importancia, una vez más, de individualizar el tratamiento.
En las estenosis de uretra femenina se puede intentar realizar dilataciones de inicio y, en función del resultado, plantear una intervención quirúrgica en caso de recidiva.
En cuanto a los resultados, la tasa de éxitos es variable en función de las características de la estenosis, pero se aproxima al 85-90%.
¿Qué es el hipospadias?
Como comentábamos antes se trata de una posición anormal del final de la uretra en el pene, visible hasta en 5 de cada 1.000 varones al nacimiento. En este caso el meato uretral se sitúa por debajo del glande, el cuerpo del pene o incluso más proximal, acompañándose de una incurvación del pene “hacia abajo”.
Generalmente no se acompaña de estenosis de uretra por lo que el niño puede orinar
sin dificultad, pero se aconseja su corrección quirúrgica temprana (entre los 3 y los 18 meses de edad) para evitar los problemas psicológicos asociados a un pene de aspecto anormal.
Existen infinidad de técnicas quirúrgicas para corregir la posición del meato uretral y la incurvación del pene, dependiendo de la severidad del proceso.
Conclusiones finales
Lo primero es realizar un diagnóstico certero ante unos síntomas que pueden confundirse con una afección prostática en el varón o un problema de infecciones urinarias recurrentes o vejiga dolorosa en la mujer. La elección de la técnica quirúrgica más adecuada para cada paciente es fundamental, así como informar con rigor tanto de la enfermedad como de la técnica que emplearemos y sus repercusiones. La cirugía de la uretra es técnicamente exigente y requiere de años de práctica para ser realizada con garantías.