Cirugía de la Vesícula Biliar para extraer Cálculos
Artículo escrito por el Dr. Luis Gramática
¿Qué es la vesícula biliar?
La vesícula biliar es un órgano en forma de pera situado en la parte superior derecha del abdomen y por debajo del hígado. Cuando está sana, recoge y concentra uno de los líquidos digestivos —la bilis—, que es producido por el hígado.
Después de comer, y para ayudar a la digestión, la bilis es drenada a través de un canal tubular —vía biliar— hacia el intestino. La Remoción de la Vesícula Biliar no se asocia con ninguna alteración de la digestión en la mayoría de las personas operadas.
¿Qué son los Cálculos Biliares?
Cuando se produce un desbalance entre los componentes de la bilis, algunos químicos se solidifican y se convierten en Cálculos de la Vesícula. Esto se produce en forma crónica, es decir, en un lapso considerable y en forma sostenida.
¿Cuáles son los síntomas de los Cálculos Biliares?
Si un Cálculo obstruye el orificio de salida de la vesícula biliar, ésta se hinchará, lo cual se manifiesta con dolores abdominales que pueden estar acompañados de Náusea y Vómitos.
En ocasiones, las molestias son más leves, por ejemplo, una sensación de Hinchazón del abdomen, plenitud o mala digestión.
Si algún Cálculo bloquea el flujo de la vía biliar, la piel se torna amarilla —Ictericia—, la orina oscura —Coluria—, y puede aparecer Fiebre. También se pueden generar complicaciones como la Colecistitis Aguda, la Colangitis y la Pancreatitis Aguda, que ponen en riesgo la vida.
¿Cómo se diagnostican los Cálculos Biliares?
Cuando existen síntomas, se realiza una Ecografía Abdominal para confirmar la presencia de los Cálculos Biliares. Este método se complementa con un Análisis de Sangre a fin de contar con una evaluación completa.
¿Existen alternativas a la Cirugía de la Vesícula Biliar?
En la actualidad, no existe ningún tratamiento efectivo para prevenir la formación ni para disolver los Cálculos Biliares. Por lo tanto, la Extracción Quirúrgica de la Vesícula Biliar —Colecistectomía— es el tratamiento más efectivo y seguro.
¿Qué tipos de Cirugías de la Vesícula Biliar existen?
La Extracción de la Vesícula Biliar se puede realizar por video —Laparoscopia— y con mini incisiones, o bien a través de una incisión abdominal, es decir, una Cirugía Abierta.
Previo a la cirugía, se debe cuidar la higiene de la piel abdominal, particularmente del ombligo; rasurar el abdomen; brindar un consentimiento firmado y acudir en ayunas.
¿En qué consiste el Procedimiento Laparoscópico?
La Cirugía Laparoscópica implica realizar pequeñas incisiones de 5 a 10 milímetros, por donde introducimos el instrumental y una cámara. Así, podemos visualizar todo a través de un monitor.
De este modo se extirpa la vesícula biliar enferma. Después, realizamos una Radiografía, llamada Colangiografía, para identificar Cálculos en la vía biliar o bien para asegurar la indemnidad de las estructuras anatómicas vecinas.
En ocasiones, el conducto es muy fino y se da por terminada la Cirugía para evitar daño estructural.
Los Cálculos se puede extraer con un endoscopio especial o bien durante la misma Cirugía Laparoscópica. Hay veces en las que se convierte en una Operación Abierta con el propósito de extraerlos todos.
Ventajas del Procedimiento Laparoscópico
- Menor Dolor
- Menor Compromiso Inmunológico
- Menos Vómitos
- Menor tiempo de Ayuno Posoperatorio
- Menos Complicaciones Tromboembólicas
- Menos Complicaciones Pulmonares
- Menos Infecciones de Herida
- Menos Eventraciones
- Menos Cicatrices y mejor resultado estético
- Menos Adherencias Intraabdominales
- Más rápida recuperación y vuelta a la actividad cotidiana
¿Qué contraindicaciones puede tener la Cirugía Laparoscópica?
En un pequeño número de pacientes no se puede realizar el Método Laparoscópico. Esto puede deberse a una Cirugía Abdominal previa que haya causado adherencias entre los órganos, así como tejido cicatricial denso, o bien a la imposibilidad de visualizar los órganos o sangrado durante la Operación.
La decisión de realizar el procedimiento convencional concierne al criterio del cirujano. Cuando decide, durante la operación, convertir el método laparoscópico en una Cirugía Abierta, esto no se considera como una complicación, sino como una decisión quirúrgica sensata para salvaguardar el bienestar y la seguridad del paciente.
¿Qué precauciones se siguen tras la Cirugía de la Vesícula Biliar?
La mayoría de los pacientes se dan de alta al día siguiente de la Colecistectomía Laparoscópica. Como toda Cirugía, la intervención puede producir Dolor Posoperatorio, además de Náuseas y Vómitos.
La alimentación se restituye en forma progresiva de 6 a 8 horas tras la operación, y el primer baño se aconseja entre las 24 y las 48 horas posteriores. Es importante secar los hilos de sutura a fin de evitar la Maceración de la piel.
Usualmente se pueden retomar las actividades cotidianas después de la primera semana. En contraste, quienes se someten al procedimiento abierto las reanudan en un lapso de 4 a 6 semanas.
¿Qué complicaciones pueden presentarse?
Desde el punto de vista científico, el porcentaje de complicaciones para la Cirugía Laparoscópica de Vesícula es similar al de la Cirugía Abierta. No obstante, como en todo procedimiento quirúrgico, pueden presentarse situaciones poco frecuentes, como:
- Sangrado
- Infección
- Neumonía
- Problemas Cardiacos
- Fuga de Bilis en el Abdomen
De igual modo, se pueden producir Lesiones no intencionales de estructuras adyacentes (vía biliar o intestino delgado).
Antes de someterse a cualquier tipo de Cirugía, ya sea Abierta o Laparoscópica, es necesario cuestionar a su cirujano acerca de su formación y experiencia; debe tratarse de un médico formado y entrenado adecuadamente.
¿Cuándo se debe llamar al cirujano?
Debe contactarlo de inmediato si presenta una o más de las siguientes situaciones:
- Fiebre mayor a 38°C
- Sensación de desvanecimiento, piel más blanca de lo normal, palpitaciones o sensación de que el corazón late muy rápido, porque pueden ser señales de sangrado
- Distención —Hinchazón— Abdominal Marcada
- Dolor que no se alivia con los analgésicos prescritos
- Náuseas o Vómitos persistentes
- Dificultad para respirar o Tos persistente
- Drenaje de líquido, especialmente de color verde por cualquier incisión
- Enrojecimiento alrededor de las incisiones
- Imposibilidad para comer o beber líquidos