Cirugía endovascular para el tratamiento de aneurismas
¿Cómo era el tratamiento habitual de los aneurismas en el pasado?
Hasta hace algunos años el aneurisma se trataba quirúrgicamente. Hoy en día, en ciertos aneurismas la cirugía sigue siendo válida; sin embargo, el tratamiento se dirige a técnicas menos invasivas que permiten no abrir el cráneo y acceder al aneurisma por vía endovascular.
¿Cuál es el objetivo de intervenir sobre los aneurismas?
Se pretende rellenar el aneurisma y aislarlo. El tratamiento endovascular se inició en los años 90 cuando se ideó un sistema de espiras de platino muy flexibles que se colocaban dentro del aneurisma. Con el tiempo, el flujo sanguíneo compactaba las espiras y se reabría el cuello del aneurisma, lo que tenía como resultado el posible resangrado del mismo.
¿Cómo se ha evolucionado en la intervención de los aneurismas?
Poco a poco aparecieron técnicas que permitían rellenar aún más el aneurisma. Estas técnicas utilizaban un balón hinchado frente al aneurisma, con lo que se podía aumentar la densidad de espiras en el cuello aneurismático. Las posibilidades de reapertura eran menores, pero seguían observándose.
¿Qué solución se ha buscado?
Se pensó que era necesario cambiar la dirección del flujo. Para variarla, la única opción posible eran las prótesis endovasculares, como las que se colocan en las arterias coronarias, que permitieran que el flujo, en vez de ir hacia el aneurisma, continuara por la arteria.
¿Cómo son estos Stent?
Estas nuevas prótesis tienen una malla densa que permite un enlentecimiento del flujo de sangre hacia el aneurisma. Al mismo tiempo, los Stent deben permitir que la sangre fluya hacia las zonas donde existe un efecto de llamada, como en las arterias que pueden encontrarse alrededor del aneurisma. Es la revolución de los nuevos Stent.
¿Existen variedades de Stent?
Hay dos tipos de Stent; unos son de malla densa y otros están cubiertos por una membrana multiperforada. Los dos mantienen las arterias abiertas pero tapando el aneurisma.
Inconvenientes de los Stent
El Stent es un cuerpo extraño que el organismo tiende a rechazar y a crear coágulos. Para que eso no ocurra es necesario medicar el paciente con antiagregantes plaquetarios: dos durante unos meses (clopidogrel y aspirina) y uno (aspirina) en adelante. Este hecho limita el número de personas a las que podemos realizar esta intervención, que está contraindicada en enfermos con úlcera gástrica, problemas digestivos o sangrados.
¿En qué tipo de aneurismas están indicados los Stent?
Los Stent están indicados sobre todo en aneurismas gigantes o con el cuello amplio, los cuales si no se tratan con esta técnica se revascularizan con gran frecuencia tras el tratamiento. En aneurismas reducidos y con un cuello pequeño se puede utilizar la técnica tradicional (espiras de platino), que sigue siendo válida. Las espiras han demostrado que son una técnica muy superior a la cirugía abierta. Además, la calidad de vida de los pacientes tratados por vía endovascular ha sido superior a la de los tratados quirúrgicamente.
¿El tratamiento de aneurismas gigantes se puede llevar a cabo en todos los centros?
Hoy en día se tiende resolver los aneurismas por vía endovascular, pero no hay suficiente cantidad de equipos entrenados para operar cualquier tipo de aneurisma. En España, en la mayoría de hospitales se puede resolver el aneurisma estándar, pero para tratar los aneurismas de alta complejidad, el número de equipos preparados es inferior. Es necesario dominar todas las técnicas en el tratamiento de aneurismas: la tradicional, el uso de balones, el Stent o combinar varias. Además, es necesario tener acceso a una infraestructura importante: Unidad de Cuidados Intensivos, Servicio de Neurología, Neurocirugía y Radiología que permita tener acceso a resonancias de alta definición y tomografía computarizada.
¿Qué aneurismas conviene tratar?
La tendencia es tener bajo control (aunque sin intervenir) los aneurismas de menos de cinco milímetros, asintomáticos y que tienen poca probabilidad de sangrado. Cuando sobrepasan ese tamaño hay más probabilidad de sangrado. Entonces es recomendable indicar un tratamiento.
Tratamiento de los aneurismas
Es preferible que el tratamiento sea endovascular en lugar de quirúrgico. El riesgo de sangrado es acumulativo con el paso de los años. Aunque el riesgo aumenta tan sólo un 2,5% cada año, cabe destacar que la cifra al cabo de una década llega al 25%. La mitad de los pacientes no llega al hospital cuando su aneurisma comienza a sangrar. De los que llegan, tan sólo la mitad queda en buenas condiciones. El resto queda con un déficit grave o acaba necesitando asistencia para continuar con un normal desarrollo en su vida.
Para más información consulta con un especialista en Neurorradiología.