Cirugía para elevar los pechos
La mastopexia es una intervención quirúrgica mamaria que tiene la finalidad de elevar las mamas caídas, en la que se utilizan técnicas de Cirugía plástica que permiten desplazar el pezón y la areola (área alrededor del pezón) hacia arriba, así como remodelar la forma de la glándula mamaria.
Por qué someterse a una mastopexia
La caída de la mama se produce por distintos motivos, generalmente estéticos, como la pérdida de peso o tras el embarazo y/o la lactancia. Por otro lado, en algunos casos, la caída de los senos también puede relacionarse con factores de salud, como mamas hipertrofias o molestias producidas por el peso de los pechos.
En qué consiste la mastopexia
Una vez la paciente decide someterse a una mastopexia, el cirujano plástico realiza un examen de las mamas para decidir qué técnica utilizará y cómo y dónde quedarán las cicatrices; la cicatriz más común tiene forma de “T” invertida o de ancla, aunque, si la elevación requerida no es muy grande, la cicatriz estará alrededor de la areola y en una línea vertical desde esta hasta el pliegue de debajo del pecho.
La intervención suele durar entre dos y tres horas y se realiza bajo anestesia general, aunque en algunas ocasiones puede llevarse a cabo bajo anestesia local con sedación, y requiere siempre un mínimo de 24 horas de ingreso hospitalario.
Postoperatorio de la mastopexia
Los cuidados postoperatorios son sencillos, ya que simplemente requiere unas curas con antiséptico sobre las cicatrices, que suelen ir cubiertas por suturas adhesivas. La recuperación es paulatina pero no es muy dolorosa y la sutura se retira en aproximadamente dos semanas.
Para llevar un postoperatorio más óptimo, se recomienda reposar en casa durante unos días y llevar sujetador deportivo durante un mes.