Cirugía para la hiperplasia de próstata
A medida que pasan los años la próstata va creciendo en todos los hombres, es lo que se denomina como hiperplasia de próstata. Los principales síntomas vienen por la obstrucción a la salida de la orina de la vejiga, y esto supone: dificultad y retraso en el inicio de la micción, disminución del calibre y fuerza del chorro miccional, micción intermitente o prolongada, goteo, levantarse por la noche a orinar, entre otros.
Se trata de una enfermedad que no se puede prevenir ya que está relacionada con la producción de testosterona y con el envejecimiento. Y es muy común, tanto que el crecimiento de la próstata constituye la segunda causa más frecuente de cirugía en varones tras superar los 65 años de edad, solo por detrás de la cirugía de cataratas.
Hay dos opciones de tratamiento: el tratamiento medicamentoso y la cirugía. La cirugía constituye el mejor tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata. La misión principal de esta cirugía para la próstata es eliminar el aumento de tejido producido con los años y, por tanto, eliminar esa obstrucción a la salida de la orina de la vejiga. La cirugía de próstata no conlleva el riesgo significativo de complicaciones que si tienen las técnicas tradicionales.
Láser en próstata
El láser elimina el tejido de la próstata agrandada y además va produciendo una fotocoagulación simultánea de los vasos sanguíneos, evitando prácticamente el sangrado, que es la gran preocupación de los urólogos en esta cirugía. El láser verde supuso una auténtica revolución hace 15 años. Pero, el nuevo láser Cyber Tulio ha mejorado de manera significativa el tratamiento de la próstata. Es una nueva generación de láser con ventajas sustanciales: mínimo ingreso hospitalario, mínima probabilidad de sangrado y práctica ausencia de incontinencia e impotencia.