Cirugía refractiva para dejar las gafas
La cirugía refractiva es aquella que tiene como misión eliminar el defecto de refracción, es decir, eliminar las gafas correctoras que el paciente siempre ha llevado para tener una buena visión.
Indicaciones y contraindicaciones de la cirugía refractiva
A partir de los 18 años, todo paciente usuario de lentes correctoras (gafas y lentillas) puede ser un buen candidato a la cirugía refractiva. Por otra parte, esta cirugía no es recomendable para menores de 18 años (salvo alguna excepción), ya que todavía no ha terminado su desarrollo visual. Tampoco se recomienda a aquellos pacientes con patologías severas oculares o con pérdida importante de visión.
En qué consiste la cirugía refractiva
El médico especialista en Oftalmología puede llevar a cabo la operación mediante diferentes técnicas en función de la edad y de las condiciones del paciente. Las tres técnicas principales son:
- Aplicación de láser Excimer: con las diferentes técnicas de Femtoláser, ablación superficial modificada o Lasik.
- Lentes fáquicas: se recomienda a aquellos pacientes no candidatos a cirugía láser.
- Cirugía de la presbicia con implante de lentes intraoculares multifocales: se aconseja para pacientes a partir de los 50 años con dificultad en la visión de cerca.
La operación se lleva a cabo con anestesia tópica (en la parte superficial del ojo) echando unas gotas especiales y tiene una duración de máximo 15 minutos.
Postoperatorio de la cirugía refractiva
Tras la intervención, el paciente debe ponerse unas gotas durante una semana. Después de 24 horas tras la intervención, el paciente ya puede incorporarse a su trabajo (siempre y cuando sea en ambientes limpios) y, de hecho, los resultados ya pueden apreciarse, aunque el resultado definitivo se establece al cabo de un mes.