Cirugía torácica en paciente no intubado, una técnica de mínima invasión
La cirugía torácica mínimamente invasiva en paciente no intubado es un abordaje que pretende disminuir aún más la agresión que representa el acto quirúrgico y anestésico, con el fin de producir una menor respuesta de nuestro organismo a dicha agresión, y evitar complicaciones potenciales de lo que hasta ahora se ha venido considerado estándar para un procedimiento de este tipo.
La intubación del paciente se considera desde hace años necesaria para poder mantener una correcta oxigenación del mismo y poder, a su vez, producir un colapso (disminución de tamaño) del pulmón que se quiere operar en un determinado momento, y requiere de una ventilación mecánica asistida artificialmente. Esta técnica reduce la agresión del acto quirúrgico a su mínima expresión, evitando la intubación del paciente y la ventilación mecánica, realizando la intervención mientras se respira espontáneamente bajo sedación profunda.
Es una técnica disponible tan solo en pacientes muy seleccionados, puesto que existen una serie de contraindicaciones que han ser tenidas en cuenta antes de su utilización.
Procedimiento de cirugía torácica en paciente no intubado y ventajas de la técnica
Durante la cirugía el paciente se encuentra sin necesidad de un tubo orotraqueal, respirando espontáneamente mientras duerme, bajo efectos de una sedación profunda, asistido en ocasiones por dispositivos que mejoran la oxigenación de la sangre, como mascarillas faciales o gafas nasales. El paciente no es consciente de nada debido al nivel de sedación, si bien mantiene espontáneamente su respiración, mientras se monitorizan de modo muy estrecho sus constantes vitales. Tras la intervención no es necesario recuperarse de una anestesia general clásica (que incluía relajación muscular) sino tan solo de una sedación profunda, y se ha evitado la agresión que el tubo orotraqueal supone sobre el interior de nuestra tráquea y nuestros bronquios, así como el efecto de la ventilación mecánica sobre nuestros pulmones.
Este manejo anestésico innovador reduce los riesgos derivados de la ventilación mecánica y de la intubación, y ha demostrado disminuir las complicaciones postoperatorias y acelerar la recuperación de los pacientes en comparación con el manejo tradicional.
La combinación de este manejo anestésico con el abordaje por single-incision VATS (incisión única videotoracoscópica) constituye, a día de hoy, la mínima agresión en cirugía torácica mayor y, especialmente, en cirugía del cáncer de pulmón. La cirugía en paciente no intubado no está disponible en cualquier centro que cuente con servicios de Cirugía Torácica, y requiere de un aprendizaje y una preparación específica, así como una colaboración muy estrecha entre anestesista, cirujanos y enfermería.
CITMIA ofrece dentro de su cartera de cirugía de mínima invasión la posibilidad de realizar la intervención para pacientes que cumplan los criterios de inclusión de llevar a cabo el procedimiento quirúrgico bajo esta técnica vanguardista de manejo de la ventilación y la oxigenación.