Cirugía y medicina estética facial, la importancia de un rostro en armonía
El rostro es nuestra principal tarjeta de visita. Refleja cómo nos queremos presentar a los demás pero nuestra cara expresa también cómo nos sentimos. Es la única parte del cuerpo que mostramos constantemente y la que descubre nuestros rasgos más representativos. De ahí la importancia de encontrarnos bien en nuestra piel, para proyectar una mejor imagen de nosotros. Es por eso que crece el interés por los tratamientos estéticos. Las intervenciones encaminadas a armonizar los ojos, la nariz o la boca nos ayudan a ganar seguridad respecto a nuestra propia imagen.
Como cirujano plástico, conozco a la perfección la anatomía de la cara y cómo se comportan las diferentes estructuras que la componen: los huesos, la musculatura, el tejido graso subcutáneo y la piel. Un enfoque integral y una perspectiva completa son de vital importancia a la hora de realizar una mejora estética facial, tanto quirúrgica como médica.
El paciente debe exigir la máxima profesionalidad y conocimiento de la anatomía, de las mejores técnicas quirúrgicas y de las técnicas de medicina estética y el especialista debe tener una visión global de todo ello.
En la cirugía plástica y estética de la cara se requiere un alto grado de experiencia, tanto en la cirugía de párpados (blefaroplastia), de nariz (rinoplastia) y de orejas (otoplastia) es importante conocer los tejidos que están implicados y como se comportarán en el proceso de curación.
En el lifting facial y de cuello es importante no tanto la extracción de piel redundante sino la elevación y fijación de las estructuras subyacentes para lograr un verdadero efecto rejuvenecedor, ya que si sólo extraemos piel tendremos una duración muy corta de los resultados.
Para los pacientes que no quieren pasar por quirófano, el cirujano plástico tiene que ofrecer otras técnicas englobadas en la medicina estética. Las técnicas actuales tienden más a la regeneración de la piel, a los rellenos con sustancias reabsorbibles más naturales y a la utilización de hilos o suturas que mejoren la calidad de la piel ahí donde haya flacidez y permitan elevar sutilmente los tejidos.
El auténtico caballo de batalla tanto en la cirugía plástica como en la medicina estética es la incorporación de los injertos de tejido adiposo (lipotransferencia) para mejorar el volumen del rostro y para regenerar la piel mediante las células madre, esto es el presente y el futuro en estos campos.