Cistitis femenina
Se conoce como cistitis a la inflamación de la vejiga por una infección bacteriana. Se trata de una patología que sobre todo afecta a las mujeres y que es mucho más frecuente en verano. Los antibióticos son la mejor manera para combatir la infección y cuidar la higiene íntima es la mejor prevención.
La cistitis es una infección que se da sobre todo entre las mujeres, de hecho un gran porcentaje de la población femenina ha confesado haber sufrido cistitis en el último año. Esto se debe a que el conducto que comunica la vejiga con el exterior es muy pequeño y facilita la entrada de las bacterias en el tracto urinario. En algunas ocasiones, la infección puede deberse a una reacción a un medicamento o a la complicación de una enfermedad subyacente, sin embargo es poco frecuente.
En verano esta probabilidad de infección se multiplica ya que se da un aumento de las relaciones sexuales, los baños en lugares públicos, el sudor y la falta de hidratación. Todas estas prácticas son habituales durante las vacaciones y constituyen un gran riesgo ya que alteran la flora regional y sus mecanismos de defensa.
Cistitis y relaciones sexuales
Aunque es cierto que mantener relaciones sexuales puede llegar a producir cistitis, eso no significa que este tipo de infección se produzca por vía sexual, dado que la bacteria que provoca la cistitis no puede contagiarse en el coito.
El 80% de los casos de cistitis son consecuencia de una relación sexual, y así lo atestigua el "Estudio cranberry sobre cistitis y salud sexual" realizado por el Instituto de Medicina Sexual y el Centro de Investigación sobre Fitoterapia, donde el 16% de las encuestadas reconoce el sexo como la causa principal de su infección. Esto se da sobre todo en aquellas mujeres que padecen de cistitis recurrente o crónica. En estos casos, los síntomas y episodios de cistitis aparecen tras cada relación sexual, duran 2 o 3 días y reaparecen al volver a practicar sexo.
Síntomas y prevención
La cistitis es el tipo más frecuente de infección de orina. Como tal es dolorosa y molesta y puede llegar a convertirse en un problema grave de salud si la infección llega a los riñones. Los síntomas más frecuentes son la necesidad frecuente de orinar, una sensación de quemazón al orinar, malestar en la zona pélvica, e incluso, sangre en la orina.
Ingerir un mínimo de 1,5 litros de líquido al día, orinar cada 2-3 horas, lavar las zonas íntimas con geles de PhNeutro, cambiar el bañador mojado y no utilizar prendas ajustadas en esa zona son algunas de las prácticas que se aconsejan tanto para prevenir la cistitis como para completar el tratamiento a base de antibióticos.