Claves para tratar la sensibilidad dental
La sensibilidad dental es un problema frecuente. Es desagradable, molesta, te hace tener escalofríos y llega a causarte verdadero dolor. La padeces cuando tomas alimentos muy fríos, demasiado calientes o cuando muerdes algo más duro de la cuenta. Una sensación de punzada, de escalofrío, recorre tus dientes hasta calarse dentro de las encías. No hay duda; padeces sensibilidad dental, una molesta sensación muy frecuente que todos los humanos padecemos en algún momento de nuestras vidas. El Dr. Prof. Alió, experto en Estomatología, habla da consejos para evitar la sensibilidad dental.
A qué se debe la sensibilidad dental
La culpable de esta desagradable sensación es la exposición de la dentina, la parte más interna de los dientes, a los agentes externos. El desgaste diario, la falta de higiene, el consumo de bebidas carbonatadas, hábitos perjudiciales como el tabaco y el bruxismo causan desgaste prematuro de los dientes y, con él, la exposición de la dentina.
En realidad no nos encontramos ante una patología clínica como tal, pero la sensación que causa al paciente es tan desagradable que son muchos los que consultan a su dentista para saber cómo aliviarla. La clave, como en muchas otras afecciones bucodentales, está en ser riguroso con la higiene dental.
Consejos para evitar la sensibilidad dental
1. Cuidar la higiene dental. Cepillar los dientes tres veces al día por todas sus caras es importante, como hacerlo cada vez que se tomen alimentos azucarados, pegajosos o bebidas carbonatadas.
2. Escoger el cepillo de dientes correcto. Hay pacientes con mucha sensibilidad dental, que con el roce del cepillo ya notan escalofríos. En estos casos hay que comprar uno con filamentos muy suaves y de puntas redondeadas. Es importante que se cepille la boca sin ejercer demasiada presión.
3. Encontrar la pasta de dientes más adecuada. En el mercado hay diferentes pastas de dientes especiales para dientes sensibles. Sus componentes pretenden reforzar la dentina para conseguir que quede menos expuesta y los agentes externos le afecten menos.
4. No hay que olvidarse del hilo dental y el enjuague. Estos también deben formar parte de una buena rutina de higiene dental y deberían ser imprescindibles para cualquier paciente con sensibilidad dental. La seda permite eliminar los restos que quedan en los espacios interdentales y el colutorio arrastra lo que haya quedado en la boca.
5. Cuidar la alimentación. Es importante evitar los alimentos muy ácidos que dañan la dentina y no hay que tomar cosas demasiado frías o calientes. Los cambios bruscos de temperatura afectan muchísimos a las piezas.
6. Evitar hábitos nocivos. Además de fumar, morderse las uñas o mordisquear palillos y bolígrafos también dañan la superficie de los dientes.