Combatir los signos del envejecimiento con rellenos faciales
No todos envejecemos igual. El paso del tiempo hace estragos de forma desigual en los individuos. Este hecho está asociado, en gran medida, a nuestro modo de vida, factores genéticos y medioambientales.
Cuando nos acercamos a la treintena empieza el proceso de envejecimiento aunque, generalmente y dependiendo de cada persona, es a partir de los 35 cuando empieza a ser claramente visible.
El envejecimiento facial, quizá el más llamativo, se muestra con la aparición de arrugas, la pérdida de volumen, densidad y luminosidad. Todos estos factores, además de ponernos años, dan un aspecto triste a nuestro rostro y la impresión de estar cansados.
Rellenos faciales contra el envejecimiento facial
Para combatir estos síntomas del paso del tiempo en el rostro, en Medicina Estética contamos con los rellenos faciales que, además de dar volumen allí donde lo hemos perdido, atenuamos las arrugas. Los productos utilizados para los rellenos faciales son sustancias de origen animal o sintetizadas en laboratorio. La mayoría de estas sustancias se inyectan en la zona que queremos corregir.
La idea actual en Medicina Estética es "reponer lo perdido", no sobrecargar con volúmenes excesivos, respetando la armonía de cada rostro y cuidando que cada cara sea "única". Los rellenos faciales combaten dos de las principales muestras del envejecimiento: las arrugas, atenuándolas y corrigiéndolas, y la flacidez, consecuencia de la pérdida de volumen.
Tipos de rellenos faciales
Tenemos distintas formas de clasificar los rellenos faciales:
- Según su duración: reabsorbibles y no reabsorbibles; temporales, semipermanentes y permanentes.
- Si atendemos a su composición: Colágeno/Ácido, Hialurónico/Hidroxiapatita, Calcica/Polcaprolactona/Grasa Autóloga/Gel poliacrilamida/Polimetacrilatos, etc.
La elección del relleno facial idóneo en cada caso vendrá dada por el rostro a tratar, ya que cada uno tiene unas necesidades específicas.
Aplicaciones de los rellenos faciales
Los rellenos faciales se inyectan superficialmente en arrugas finas. Cuando queremos tratar arrugas más profundas o dar volumen se inyectan en dermis o subcutáneamente. Personalmente, me gusta repartir el material de relleno en 2 o 3 sesiones. Si estamos realizando el tratamiento con un Hialurónico, las sesiones se realizarán cada 15 días. En el caso de Hidroxiapatita cálcica se espacian a 3 semanas y un mes para tratamientos con Poliláctico.
Cada material tiene sus características y necesita su propio tiempo de asentamiento hasta poder ver el resultado definitivo. Por este motivo, con tan solo dividir en sesiones el tratamiento evitaremos un exceso de material de relleno que no solo no nos rejuvenece, sino que nos puede incluso poner más años encima.
Duración de los rellenos faciales
La duración de los rellenos faciales varía según el producto. El Colágeno, por ejemplo, dura una media de 3 a 6 meses. En el caso de un Hialurónico, de 6 a 18 meses, según su grado de reticulación. Una Hidroxiapatita Cálcica durará unos 18 meses. Ellance va de los 12 meses hasta los 5 años.
Todos estos productos son rellenos reabsorbibles y, en general, la duración también va determinada por el metabolismo propio de cada persona, que hace que el producto se metabolice y reabsorción antes o después.
Efectos secundarios de los rellenos faciales
Al ser un tratamiento que se realiza con agujas, pueden aparecer hematomas. También puede haber inflamación de la zona tratada y enrojecimiento. Siempre dependerá de cada persona.
Para evitar estos efectos secundarios, que en cualquier caso desaparecen en pocos días, normalmente es aconsejable tomar Arnica una semana antes del tratamiento y hielo el día después.
Contraindicaciones de los rellenos faciales
Embarazo, periodo de lactancia, enfermedades infecciosas y autoinmunes.
Por otro lado, los tratamientos de relleno facial combinados con Toxina Botulínica, el popular Botox, que actúa relajando las arrugas de expresión, dan unos resultados magníficos que podemos apreciar desde el primer día.