Cómo abordar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es actualmente la cuarta causa de muerte en el mundo y se estima que en 2020 sea la tercera, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El principal inconveniente de la EPOC es que disminuye la capacidad respiratoria, normalmente no recuperable. El tabaco es la principal y casi única causa de la enfermedad. El abandono del tabaquismo es la principal medida para evitar su progresión, pero el uso de broncodilatadores y corticoides inhalados mejoran la función respiratoria.
Causas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
En España, y, en general, en los países desarrollados, el tabaquismo es la principal (y casi única) causa de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). No se han mostrado diferencias en la producción de EPOC según las diferentes clases de tabaco (rubio o negro). Asimismo, los cigarrillos “light” tampoco han demostrado que disminuyan la incidencia de EPOC.
Existe una rara forma hereditaria de la enfermedad: el déficit de alfa-1-antitriopsina. Ésta es una proteína que se encarga de la defensa del pulmón. Su déficit puede producir EPOC y, además, habitualmente formas graves de la enfermedad. Se puede realizar un despistaje habitual de este proceso, mediante un simple análisis de sangre.
Síntomas de riesgo de EPOC
La tos y la disnea, ahogo o sensación de dificultad para respirar, son los síntomas cardinales de la EPOC. Hay que destacar que la disnea puede aparecer cuando se ha perdido ya una buena parte de la capacidad respiratoria, que normalmente no es recuperable. Es conveniente, por tanto, consultar con el médico experto en Neumología, ante la persistencia de tos durante más de tres meses, aunque sea escasa y exclusivamente matutina.
Prevención del empeoramiento de la EPOC y recomendaciones de tratamiento
El abandono del hábito de fumar es la única medida que se ha mostrado efectiva en la prevención del empeoramiento de la enfermedad. Asimismo, el uso de fármacos, como los broncodilatadores y corticoides inhalados, mejoran la función respiratoria, los síntomas y retrasan el empeoramiento de la enfermedad.
Un adecuado programa de vacunaciones y hábitos de vida saludables, como caminar diariamente 30 minutos y evitar el sobrepeso, ayudan a mejorar también los síntomas y prolongan la supervivencia de los pacientes. En casos avanzados con gran deterioro de la función respiratoria, los programas de rehabilitación pulmonar y el oxígeno domiciliario, se han mostrado también eficaces.
Avances en el tratamiento de la EPOC
A nivel farmacológico, destacan actualmente las combinaciones a dosis fijas de broncodilatadores de acción prolongada, que han demostrado mejoría en la función pulmonar, los síntomas, la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida en general. No obstante, la medida más importante es el abandono del tabaquismo.
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