Cómo detectar el Síndrome del Intestino Irritable (SII)

Cómo detectar el Síndrome del Intestino Irritable (SII)

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 15/06/2019

El Síndrome de intestino irritable (SII) es una alteración gastrointestinal de carácter funcional caracterizada por dolor abdominal asociada a alteración del hábito intestinal en ausencia de una patología orgánica, aunque se ha documentado una inflamación microscópica en algunos pacientes.

 

Síntomas del SII

Los síntomas del SII, si bien son crónicos, presentan una intensidad variable a lo largo del tiempo; además, alteran significativamente la calidad de vida de los pacientes.

Como su definición indica, los principales síntomas son: ritmo intestinal alternante asociado a dolor abdominal y distensión abdominal.

El ritmo intestinal alternante se caracteriza por:

  • Estreñimiento en presencia de heces duras de carácter caprino que no mejora con laxantes
  • Diarrea con evacuación precedida de urgencia, generalmente de pequeño volumen
  • La urgencia defecatoria postpandrial es frecuente, pero también lo es el ritmo intestinal alternante entre estreñimiento y diarrea.

En cuanto al dolor abdominal, éste suele tener un carácter difuso no irradiado, se suele precipitar con la ingesta y aliviarse con la deposición, y en ocasiones puede tener un carácter punzante e intenso. Suele cursar a temporadas y en múltiples ocasiones suele relacionarse con el estrés.

intestino irritable

Tan importante o más que una óptima descripción de los síntomas asociados al SII es la constatación de la ausencia de síntomas que pueden sugerir una patología orgánica: la presencia de síntomas agudos, el hecho de tener una intensidad progresiva, la presencia de síntomas nocturnos, la anorexia, la fiebre, la pérdida de peso, el sangrado rectal o la esteatorrea o la intolerancia al gluten.

 

Causas del SII

La causa (o más bien causas) del SII no están bien definidas, aunque son objeto de múltiples investigaciones. Se han postulado mecanismo infecciosos, neurohormonales, intestinales (alteración de la permeabilidad o alteración de la flora intestinal), inflamatorios, así como otros mecanismos relacionados con intolerancia alimentaria.

 

Diferencias entre el SII y la Enfermedad Inflamatoria Intestinal

A diferencia del SII, en la enfermedad inflamatoria intestinal hay un daño objetivo a nivel intestinal, bien en el intestino delgado o en el colon, que puede ser visualizado mediante una endoscopia, una cápsula endoscópica o mediante otras pruebas radiológicas como el TAC, la ecografía, la entero RNM o los contrastes.

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal se presenta como resultado de una respuesta inflamatoria anómala sustentada sobre una base genética en la que posiblemente también se pudieran ver implicados agentes infecciosos. Por otra parte, la EII puede asociar manifestaciones extraintestinales, como artritis, lesiones cutáneas (como psoriasis, eritema nodoso o pioderma gangrenoso) u oculares (como la uveítis o la episcleritis).

Sin embargo, recientemente se ha postulado la hipótesis por la que se establecería un nexo de unión entre ambas patologías, dado que se ha descrito en pacientes con SII un infiltrado inflamatorio crónico similar, aunque menos significativo que el que se observa en pacientes con EII.

 

Tratamiento del SII

El tratamiento del SII se basa en la detección y manejo de posibles factores desencadenantes (estrés, intolerancias alimentarias, etc.), medidas dietéticas y, en ocasiones, fármacos.

Asegurar un buen aporte hídrico en necesario en pacientes con predominio del estreñimiento. El uso de fibra, si bien se puede aconsejar, en ocasiones puede ser causa desencadenante de distensión y flatulencia, especialmente las fibras ricas en psyllium. Por otro lado, limitar la cafeína, puede limitar la ansiedad y la exacerbación de síntomas.

En otras ocasiones se pueden aconsejar dietas bajas en FODMAPS (oligo, disacáridos monosacáridos y polioles fermentables) o bien una dieta exenta de gluten.

Los probióticos, como complementos alimentarios, también se aconsejan en el manejo del SII. Si bien l. plantarum y Bifidobacterium infantis pueden aliviar algunos síntomas asociados, desconocemos con precisión qué cepas y en qué cuantía se tienen que utilizar.

En cuanto a las intervenciones psicológicas, tanto la terapia cognitiva conductual como la psicoterapia dinámica y la hipnoterapia, han mostrado tener una eficacia superior a placebo.

Por otro lado, una revisión sistemática de la Cochrane determinó que el uso de antidepresivos tricíclicos o los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina mejoraban tanto los síntomas asociados al síndrome de intestino irritable como los scores generales de salud.

Asimismo, son numerosos los agentes farmacológicos empleados en el tratamiento del SII, por lo que se deduce que el manejo no siempre es lo satisfactorio que el médico y el paciente desearían. Se han empleado anticolinérgicos, antidiarreicos, antibióticos, o laxantes formadores de bolo. No obstante, como no podría ser de otra forma, también en este terreno se han hecho avances en los últimos años, esperándose además nuevas moléculas para los años venideros que nos permitan optimizar la calidad de vida de nuestros pacientes. La Linaclotida, aprobada en el 2012 por la FDA y comercializada en nuestro país con el nombre de Constella®, está indicada para el tratamiento de pacientes con SII moderado grave con predominio de estreñimiento. Además, próximamente se va a comercializar un nuevo tratamiento para el SII moderado grave con predominio de diarrea.

 

Para más información consulte con un especialista en Aparato Digestivo.

Gastroenterología