Cómo detectar y tratar la ansiedad
Para comenzar a acercarnos al término ansiedad conviene diferenciarlo de términos muy próximos que en muchas ocasiones tendemos a hacerlos equivalentes cuando no lo son exactamente. Nos referimos a diferenciar la ansiedad del estrés y de la angustia.
Muchos de los síntomas que el organismo vierte en momentos de estrés y ansiedad son muy semejantes, y la diferencia debemos buscarlas en la función en particular de cada uno de ellos.
El estrés lo entendemos en psicología como los cambios psicofisiológicos que experimenta una persona como respuesta a una situación que demanda más recursos de los que dispone el sujeto. Se trata, pues, de una respuesta natural del ser humano ante la sobreexigencia real del medio.
La ansiedad también es una respuesta del organismo que se deriva del desorden psicofisiológico que se experimenta ante la anticipación de una situación potencialmente amenazante, ya sea ésta más o menos probable. Se refiere, pues, a la expectativa; una expectativa inquieta por algo que ocurrirá o pueda concurrir.
Por último, definimos la angustia como algo más próximo a una condición existencial; es decir, se trata de un sufrimiento, de algo volcado hacia el propio sujeto. Las palabras que definen la angustia se centran en el sufrimiento del sujeto y lo describen, en cambio las palabras utilizadas para definir ansiedad están más ordenadas en la expectativa ante lo que vendrá.
Incidencia de la ansiedad en España
A nivel mundial, la prevalencia de las personas afectadas por algún trastorno relacionado con la ansiedad se acerca al 30%; es decir, 1 de cada 3 personas sufrirán ansiedad de una manera u otra a lo largo de su vida. Existe mayor prevalencia en Occidente que en Oriente.
En España, la afectación por trastornos de ansiedad se sitúa en el 7%, superando a la depresión. La horquilla de edad más prevalente a la precipitación de este trastorno es entre los 18 y los 34 años. En cambio, las personas afectadas bajan sensiblemente a partir de los 65 años.
El TAG (trastorno de ansiedad generalizada) es el más visto por el médico general, y tiene una prevalencia entre la población general del 3% (y entre el 5-7% entre los pacientes que acuden a la consulta de atención primaria).
La ansiedad es la patología con más incidencia entre las personas de entre 40 y 50 años, y afecta a las mujeres 2 veces más (aunque el TAG declina su incidencia conforme avanza la edad en hombres, se incrementa en las mujeres).
Síntomas de la ansiedad
Los estados de ansiedad confirman un tipo de personalidad que se encuentra en un estado permanente de tensión, con un rol protagónico de la preocupación y la anticipación ansiosa.
Los pacientes presentan sentimientos de desazón y desasosiego generalizados y persistentes, que no están referidos a ninguna circunstancia ambiental en particular. La habitualidad incluye que el paciente se queje de estar permanentemente nervioso, y de sentir otros síntomas típicos de la ansiedad, como son los temblores, la sudoración excesiva, los dolores musculares, los vértigos, los mareos, las taquicardias, y las alteraciones gástricas. Estos son los determinantes para poder realizar el diagnóstico de trastorno de ansiedad (aprensión, dolores musculares e hiperactividad vegetativa: mareos, sudoración, taquicardias…casi todos los días durante varias semanas).
La particularidad de la ansiedad en los niños queda fijada a partir de que ellos manifiestan una necesidad constante de seguridad y atención, así como una queja reiterada y permanente.
La ansiedad es un síntoma central. El malestar que los sujetos experimentan se manifiestan bien como trastornos físicos o bien como presencia en los denominados trastornos mentales.
En los trastornos físicos conviene subrayar la afectación a tres niveles: aquellos relacionados con los trastornos psicofisiológicos (digestivos, respiratorios, dermatológicos, etc.), los relacionados con el sistema inmune (cáncer, artritis, etc.) y los relacionados con los trastornos crónicos (dolor, enfermedad rara, etc.).
Como hemos indicado, la ansiedad se hace presente en los trastornos mentales en lo que denominamos trastornos de ansiedad:
- Ataques de pánico o crisis de ansiedad.
- Agorafobia.
- Fobia social.
- Fobia específica.A
- nsiedad generalizada.
- Trastorno obsesivo compulsivo.
- Trastorno por estrés postraumático.
- Trastorno por abuso de sustancias.
Diferentes cuadros psicopatológicos manifiestan diversos modos de ansiedad predominantes, o incluso distintas fases de un mismo tratamiento pueden movilizar diferentes tipos de ansiedad en el paciente; por ejemplo: trastornos del estado de ánimo, del sueño, sexuales, adicciones, etc.
¿Cómo se debe actuar ante la ansiedad?
Cuando se precipita la ansiedad, conviene que tengamos en cuenta algunos elementos:
- Evitar lo que está sucediendo es una huida. Negarlo, ciertamente, no es lo mejor. Más bien, conviene admitir que emerge un malestar en nosotros.
- Nos conviene realizar alguna reflexión tranquila sobre el por qué nos sucede tal cosa; podemos hacer el esfuerzo de relacionarlo con otros elementos de nuestra vida que puedan influir en ello.
- Conviene que podamos ponerle palabras a lo que nos sucede, esto nos llevaría a intentar compartir nuestra experiencia con otros.
- Podemos intentar realizar actividades con otros o personales que nos produzca satisfacción.
- Ante la persistencia o aumento del malestar no conviene posponer la visita al psicólogo, cuanto antes acudamos a una terapia, antes buscaremos el núcleo del problema e intentaremos hallar una solución.
- Existen elementos estabilizadores como la alimentación, el dormir, hacer ejercicio, etc. que nos harán sentirnos mejor, aunque no siempre serán la salida definitiva a la situación de ansiedad que vivimos.
- El apoyo del círculo próximo de familiares amigos nos ayudará fundamentalmente en los primeros momentos de la precipitación del malestar.
Cómo podemos evaluar la ansiedad
Tenemos varios instrumentos cuantitativos que nos permiten evaluar la ansiedad tanto en adultos como en niños. Vamos a indicar algunos:
- Cuestionario de ansiedad estado-rasgo STAI
Los sujetos describen como se sienten generalmente:
Ansiedad como estado (A/E): evalúa un estado emocional transitorio, caracterizado por sentimientos subjetivos, conscientemente percibidos, de atención y aprensión y por hiperactividad del sistema nervioso autónomo.
Ansiedad como rasgo (A/R): señala una propensión ansiosa, relativamente estable, que caracteriza a los individuos con tendencia a percibir las situaciones como amenazadoras.
- Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo en Niños STAIC
De 9 a 15 años, está destinada a medir específicamente el factor de la ansiedad y ofrece dos evaluaciones de la misma con 20 elementos cada una:
Ansiedad estado (A/E): expresión del niño respecto de "cómo se siente en un momento determinado". Intenta evaluar estados transitorios de ansiedad, esto es, los sentimientos de aprensión, tensión y preocupación que fluctúan y varían en intensidad con el tiempo.
Ansiedad Rasgo (A/R): expresión del niño respecto de "cómo se siente en general". Intenta evaluar diferencias relativamente estables de propensión a la ansiedad; más concretamente, las diferencias entre los niños en su tendencia a mostrar estados de ansiedad.
- El inventario de situaciones y respuestas de ansiedad ISRA. El objetivo del ISRA es posibilitar mediante la valoración de respuestas específicas ante situaciones concretas una evaluación de la reactividad de los tres sistemas de respuesta (cognitivo, fisiológico y motor) así como una medida de cuatro áreas situacionales ligadas a diferencias individuales.
- Cuestionario de ansiedad infantil CAS. De 6 a 8 años. Nos posibilita efectuar una rigurosa exploración psicológica en sujetos de los primeros niveles de escolaridad. Posibilita sucesivas aplicaciones. Además, este formato tan elemental favorece que los sujetos contesten con mayor naturalidad, eliminando los efectos negativos de la reacción a la situación del test.
Tratamientos para la ansiedad
Vamos a indicar cómo intervenimos con personas que están afectadas por el TAG para hacernos una idea de cómo -en general- intervenimos cuando la ansiedad está presente como síntoma bien nuclearmente o significativamente en una persona.
En el proceso psicoterapéutico de apoyo expresivo para el TAG nos aproximamos a los síntomas ansiosos del paciente en el contexto de conflictos interpersonales; el terapeuta los formula a través del método del tema nuclear conflictivo relacional. Proveemos de un ambiente de sostén que permite desarrollar la capacidad de explorar los pensamientos y sensaciones de la persona. Será en el momento indicado que podremos señalar al paciente el tema relacional central, examinando la participación de esos temas en la sintomatología que presenta el paciente, liberándolo de dicho sufrimiento.