¿Cómo eliminar las verrugas?
Las verrugas, conocidas también como verrugas víricas, son una patología muy común entre las personas. Aparecen cuando se produce una infección en la piel debido al Virus del Papiloma Humano (VPH). Son muy frecuentes sobre todo en los niños.
Los especialistas en Dermatología Infantil, afirmar que la mayoría de las verrugas desaparecen de forma espontánea cuando el sistema inmune aprende a luchar contra ellas. Aproximadamente un 60% de las verrugas desaparecen en un plazo de dos años sin ningún tipo de tratamiento.
Tipos de verrugas
Existen diferentes tipos de verrugas según la zona a la que afectan.
- Verrugas comunes: Aparecen sobre todo en las manos, tanto en las palmas como en el dorso. En algunas localizaciones, como por ejemplo en la cara, pueden tener un aspecto alargado y colgante.
- Verrugas planas: Este tipo de verrugas afectan principalmente a los niños. Suelen ser numerosas y aplanadas y, por lo general, se localizan en la cara y las manos.
- Verrugas genitales: Son un tipo de enfermedad de transmisión sexual (ETS) que se conocen también con el nombre de condilomas. Se pueden prevenir usando el preservativo.
- Verrugas plantares: Afectan a la planta del pie, lo que puede producir molestias o dolor al andar.
¿Cómo eliminar las verrugas?
Existen muchas maneras de tratar las verrugas. Es más, en ocasiones es necesario recurrir a diferentes tratamientos para eliminar una verruga de manera definitiva. La eliminación de una verruga puede demorarse hasta un mes. Hay dos tipos de tratamientos: los que se realizan en la consulta médica y los que se pueden realizar en casa.
Dentro de los que se realizan en la consulta médica, los tratamientos más habituales son:
- Crioterapia: Consiste en aplicar un spray fío a base de nitrógeno líquido que ayuda a congelar la verruga. Puede producir ampollas.
- Electrocoagulación: Destrucción física de la verruga mediante un bisturí de radiofrecuencia. Se utiliza bajo anestesia local.
- Curetaje: Raspado metódico de la verruga con un objeto cortante como una cureta o una hoja de bisturí. Esto reduce el tamaño de la verruga y así se permite que otros tratamientos actúen sobre ella.
En cuanto a los tratamientos que suelen realizarse en casa, son habituales:
- Queratolíticos tópicos: Son preparados tópicos que contienen productos que producen una quemadura superficial y controlada de la verruga. Se aplican mediante un pincel aplicador, discos impregnados o bien incluidos en excipientes como vaselina.
- Medicamentos por vía oral: Se utilizan en algunos casos para ayudar a estimular al sistema inmune.
Ante cualquier duda a la hora de iniciar un tratamiento u otro, lo mejor es consultar a un dermatólogo para asegurar el diagnóstico y precisar qué tipo de tratamiento es el adecuado según el tipo de verruga y las circunstancias del paciente.