Cómo evitar las manchas en la piel tras el verano
En verano la piel está mucho más expuesta a los efectos perjudiciales del sol. Una de las principales consecuencias negativas que puede tener la radiación de los rayos ultravioleta del sol es la aparición de manchas en la piel.
Uno de los hábitos más importantes y recomendables durante el verano para garantizar la salud de nuestra piel es la utilización regular de protectores solares de calidad y adecuados a cada tipo de piel.
Garantizar la protección necesaria a la piel para las exposiciones solares es de gran importancia para evitar la aparición de manchas. Pero la protección no es suficiente para lucir una piel sana, también se debe incorporar a las rutinas de cuidado de la piel una serie de recomendaciones que nos ayudarán a su recuperación tras el verano:
- Utilizar productos fotoprotectores con un factor de protección solar (FPS) de 30, como mínimo, durante todo el año y no solo en verano.
- Exfoliar la piel una vez a la semana. Tras el verano ayudará a eliminar células muertas y a que los activos penetren mejor en la piel.
- Hidratar la piel. El sol la castiga durante el verano y necesita una hidratación extra.
- Tomar complementos alimenticios ricos en vitaminas y antioxidantes. La piel necesita cuidarse tanto por dentro como por fuera, tal y como aconseja la dermocosmética integral.
- Revisar la piel, tanto la expuesta como la que no suele estarlo y acudir al dermatólogo si aparecen manchas o los lunares cambian de forma, tamaño o color.