Cómo evitar los problemas de pareja en verano
Las vacaciones son un período esperado por todos con ilusión, un momento para desconectar de las obligaciones diarias y recargar pilas. Pero, ¿por qué es tan habitual las consultas al psicólogo aumenten tras el período vacacional?
Cuando hablamos de una pareja saludable en términos de relación, esta época no hace sino reforzar más la conexión entre ambos, ya que disfrutan de los momentos de ocio como lo hacen también el resto del año.
Sin embargo, cuando hablamos de una pareja en la que son frecuentes los desencuentros y desavenencias, éstas se hacen más evidentes en vacaciones, porque comparten y conviven más cara cara entre ellos y ambos se encuentran menos protegidos por sus circunstancias diarias individuales: trabajo, actividades, obligaciones etc. Es momento de tomar decisiones juntos, de adaptarse al otro, de saber pedir o proponer lo que uno quiera hacer, y sobre todo, de comunicarse más frecuentemente con el otro.
Digamos que este período es más difícil escaparse de la falta de comunicación, la falta de afecto, los intereses no compartidos y se evidencia claramente cuando dos personas ya no disfrutan juntos.
Cómo cuidar la relación de pareja en verano
Es importante solucionar lo que se pueda antes de viajar. Preguntándonos a nosotros mismos cómo nos encontramos con la pareja, qué agradeceríamos que cambiara, si hay algún tema que sería conveniente solucionar antes de irse de vacaciones, si tenemos algún resentimiento por algo pasado, y cómo nos encontramos con nosotros mismos.
Empezar por cambiar uno mismo en lo que pueda ayudar a mejorar la relación y no esperar a que sea la otra parte la que dé el paso es una de las maneras más eficaces de ir de vacaciones “con los deberes hechos”.
Tomar una actitud PROACTIVA y RESPONSABLE ante el cambio en lugar de una actitud pasiva, esperando que sea la otra parte la que dé el primer paso.