¿Cómo preparar una intervención de cirugía plástica?
Una intervención de cirugía plástica, estética o reparadora puede significar un cambio definitivo en nuestro cuerpo, de ahí la necesidad de prepararse de forma rigurosa y con tiempo la intervención.
Una operación mediante cirugía plástica, estética o reparadora significa un cambio definitivo en nuestro cuerpo y, por este motivo, es una decisión que ha de tomarse de forma pausada, siempre valorando todos los aspectos a tener en cuenta y eligiendo a un cirujano que ofrezca todas las garantías en su trabajo, siendo doctor con experiencia reconocida y con la titulación necesaria para ejercer como cirujano plástico.
Las personas que se estén planteando la posibilidad de realizarse una intervención quirúrgica habrán de informarse previamente sobre el proceso que se llevaría a cabo, desde su preoperatorio hasta el postoperatorio. El primer paso para ello es concertar una primera visita con el cirujano plástico que le vaya a operar. Ahí, el paciente ha de explicar de forma más detallada posible por qué ha tomado la decisión de someterse a una cirugía estética y cuáles son sus expectativas. El diagnóstico adecuado nacerá de este primer diálogo y de un examen físico.
El cirujano facilitará al paciente datos acerca de la anestesia y del hospital o clínica en la que se vaya a efectuar la intervención. Esta primera visita también es la hora para resolver dudas y ser informado de todos los detalles de la intervención; es importante que la persona salga segura y calmada.
Un buen profesional no querrá operar al paciente de un día para otro, sino que lo preparará con rigurosidad para cuando llegue el día programado. Se necesitarán pruebas, como analíticas de sangre, radiografías de tórax, electrocardiogramas, entre otras que el cirujano solicitará a su paciente.
Además, es importante confirmar con el profesional que, después de la operación, tendrá todas las revisiones y cuidados requeridos, incluso durante todo el año siguiente a la cirugía, dada la necesidad. En su domicilio puede que el paciente se siente algo debilitado y necesite reposo, pero su cirujano siempre debería estar atento a lo que necesite y saber actuar ante cualquier circunstancia.