Cómo saber si tu hijo sufre TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de conducta que aparece en la infancia y se suele empezar a diagnosticarse en torno a los 7 años de edad, aunque en algunos casos este diagnóstico se puede realizar de una manera más precoz. En principio, se manifiesta como un aumento de la actividad física, con conductas impulsivas y una cierta dificultad para mantener la atención en una actividad determinada durante un periodo de tiempo. Además se produce una inestabilidad emocional. Este tipo de trastorno es más habitual en varones que en niñas y se estima que afecta a entre un 5 y un 10% de la población infantil y juvenil.
Los síntomas más frecuentes se manifiestan cuando el niño experimenta una intensa dificultad para prestar atención, no escucha e interrumpe a otros niños y adultos, se distrae fácilmente al hacer las tareas o al jugar, es muy olvidadizo, está moviéndose continuamente de un lado a otro o es incapaz de quedarse sentado, habla demasiado, actúa y habla de forma impulsiva… entre otros. Si el niño padece varios de estos síntomas es posible que sufra un TDAH. Aunque casi todas las personas a veces muestran algunas de estas conductas en el TDAH persisten más de 6 meses causando problemas en la escuela, el hogar, etc.
Una evaluación completa realizada por un profesional capacitado –pediatra, neurólogo o psicólogo- es la única manera de saber con seguridad si un niño padece de TDAH. Y respecto al tratamiento puede incluir fármacos - como el metilfenidato - terapia conductual o una combinación de ambos para controlar los síntomas. La estructura del hogar y la escuela también son importantes en la evolución del tratamiento. Además, el entrenamiento psicológico para los padres puede ayudar a controlar los síntomas.