Cómo se deben tratar las verrugas genitales
Los condilomas, conocidos como verrugas genitales, son una de las infecciones de transmisión sexual más frecuente. Por lo menos la mitad de las personas sexualmente activas se infectaran con el virus en algún momento de su vida.
Este virus afecta a los tejidos húmedos de la zona genital. En los hombres pueden aparecer en la punta o tallo del pene, en el ano o en el escroto, mientras que en las mujeres pueden verse en la vagina y en el cuello uterino. Pueden ser pequeñas (a veces, incluso, no se ven), o parecerse a una coliflor.
Contagio de las verrugas genitales
Aunque la vía sexual es la forma de contagio más frecuente, los condilomas también pueden contagiarse por contacto indirecto a través de objetos de aseo íntimo, ropa interior, baños públicos, etc. Por tanto, no se puede saber con exactitud cómo y cuándo se contagia una persona. Lo primero que se debe hacer cuando se detectan es acudir al especialista.
Tratamiento de las verrugas genitales
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los condilomas no son una enfermedad grave y se puede curar del todo. Esto no quita que requieran de un tratamiento específico (determinado por el especialista), que varía en función de:
- Localización: si es interna, externa o mixta. Para saberlo se deberá realizar una rectoscopia.
- Número de lesiones.
Para tratarlos, existen diferentes opciones que deben usarse siempre bajo descripción médica (nunca se debe automedicarse); algunas de ellas son:
- Cremas, lociones y tópicos
- Crioterapia, que consiste en la cauterización por frío de las verrugas a través de una pistola de nitrógeno líquido.
- Cirugía; es el tratamiento más efectivo. Además, el uso del láser de CO2 minimiza el daño colateral.
- Vacunas