¿Cómo se manifesta la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta innata en todo ser humano que nos sirve para poder reaccionar, de manera más eficaz, ante situaciones que la persona “valora” como peligrosas, arriesgadas o especialmente difíciles.
Nuestro organismo, ante dicha valoración, se activa y dinamiza para mejorar el manejo de la situación temida. En este caso, se produce una “ansiedad adaptativa” o facilitadora de nuevas respuestas. Sin embargo, en algunas personas, la percepción subjetiva y anticipada de algún hecho como peligroso, genera en ellas una ansiedad o activación nerviosa tan intensa y perturbadora, que les impide poder afrontar de manera adecuada tal hecho o situación o, lo que es todavía peor, les provoca un estado de indefensión psicológica o incapacidad frente a situaciones cotidianas similares.
Esta “ansiedad no adaptativa” es una cuestión diferencial que se explica por una excitabilidad nerviosa congénita, por los errores de la persona en la valoración o autodiagnóstico de las sensaciones y síntomas que suele experimentar y, por último, por causa de las conductas inadecuadas ante la situación y/o ante los propios síntomas. Este conjunto de factores predisponen a las distintas problemáticas de la ansiedad patológica.
¿Cómo se manifiesta la ansiedad?
La intranquilidad, la sensación de desbordamiento emocional y nervioso, los pensamientos negativos y repetitivos, los miedos exagerados a situaciones concretas, el recuerdo obsesivo de experiencias negativas vividas, la convicción de estar sufriendo una grave enfermedad, el sentimiento recurrente de incapacidad, son algunos de los síntomas que sufre el paciente ansioso.
Además, de todos estos síntomas llegan a configurar problemáticas ansiosas concretas como son:
- Trastornos de pánico.
- Ansiedad social (fobia social).
- Trastornos obsesivos y compulsivos.
- Fobias específicas (entornos físicos: agorafobia y claustrofobia; animales; alturas, volar, enfermedades, sangre, lesiones intervención médica).
- Cuadros agudos de estrés.
- Alteraciones mixtas ansioso-depresivas.
- Trastornos de ansiedad generalizada.
- Trastornos de ansiedad por uso de sustancias.
- Trastorno de ansiedad debido a otras afecciones médicas.
Tratamiento contra la ansiedad
Ante todo, contactar con un especialista acreditado para ello, en este caso, un Psicólogo Clínico especializado. El tratamiento se establece después de una valoración minuciosa de la historia clínica, los antecedentes, su duración, evolución y sus manifestaciones específicas. Las diversas formas de presentarse el trastorno requerirán tratamiento psicológico específico y, en ocasiones, la combinación con el tratamiento farmacológico oportuno, lo cual sería aplicado por un médico especializado en Psiquiatría, quien recetará la medicación necesaria para el equilibrio del sistema nervioso del paciente.
Los tratamientos psicológicos básicos consisten en:
1) Técnicas de reevaluación de la sintomatología.
2) Técnicas de relajación: Adquirir las herramientas para resolver los estados de tensión, agitación y aceleración nerviosa.
3) Terapia cognitiva: Sustituir el convencimiento del paciente de su incapacidad para afrontar ciertos hechos o situaciones de su vida, por otros pensamientos basados en la confianza y en el desarrollo de nuevas respuestas.
4) Técnicas comportamentales de resolución de problemas y de desensibilización: Modular hasta la desensibilización las respuestas ansiógenas adquiridas y promover gradualmente el afrontamiento de las situaciones temidas y el abandono de las conductas de evitación.