¿Cómo se puede evitar la pérdida de audición?
A lo largo de nuestra existencia, el envejecimiento se hace patente y con él, el deterioro orgánico. Los órganos de los sentidos no están libres de este deterioro, sino todo lo contrario.
Síntomas y factores de riesgo de la pérdida de audición
En el oído los cambios que se manifiestan por este envejecimiento se hacen patentes con tres alteraciones: pérdida gradual de audición, aparición de ruidos y cambios en el sentido del equilibrio.
No todas las personas están sujetas, ni a dichos cambios ni a la misma intensidad de los mismos. Existe una dependencia importante de las alteraciones genéticas, metabólicas, ambientales y de hábitos.
Así, una persona con antecedentes genéticos de pérdida auditiva, que tenga el hábito de fumar, hipertensa, que haya trabajado en ambientes de ruido importante sin protección auditiva... tiene más factores de riesgo de pérdida de audición que otra persona sin dichos factores.
Las personas muy medicadas también tienen más riesgo de pérdida auditiva, ya que hay fármacos de los llamados ototóxicos que favorecen la degeneración de las células que configuran del oído interno, con la consiguiente pérdida auditiva.
Prevención de la pérdida de audición
La mejor forma de intentar controlar una pérdida auditiva es el evitar los factores de riesgo mencionados. Llevar una vida saludable con moderado ejercicio físico, dieta sana, evitar el consumo de aquellas substancias que disminuyan la oxigenación orgánica, como el tabaco, y moderar el consumo de otras como el café, la sal, etc., que pueden aumentar la tensión arterial y los ambientes de ruido intenso.
En el momento de sensación de aparición de ruidos extraños y percepción de pérdida auditiva es aconsejable acudir a un especialista en Otorrinolaringología para que realice una exploración completa del sistema cocleovestibular para determinar el grado pe pérdida auditiva y el tipo de pérdida ya que, dependiendo de la misma, dependerá también la forma de intentar corregirla o evitar su progresión.