Cómo se realiza una mamoplastia de aumento
Una intervención de mamoplastia de aumento es un procedimiento cada vez más seguro. Sin embargo, es muy importante realizar un estudio exhaustivo de la paciente, del resultado que quiere conseguir y del lugar donde colocar la prótesis.
Preoperatorio mamoplastia de aumento
El primer paso para llevar a cabo una mamoplastia de aumento es la realización de una meticulosa valoración y exploración clínica mediante una entrevista personal en la que la paciente nos manifieste sus deseos y expectativas. Solo así podremos aconsejarle de manera individual sobre la idoneidad de la intervención para su caso concreto. En caso de que esté indicada la misma, procedemos a valorar con el paciente la forma y volumen del implante ayudándonos de dos herramientas novedosas:
- Un sistema de probadores externos
- Un programa informático que nos permite simular el resultado en la paciente con el implante seleccionado
De esta manera, la paciente, una vez comprendidas las características anatómicas de su caso, es también partícipe de la elección final de forma y volumen. Una vez tomada la decisión de llevar a cabo la intervención, realizaremos las pruebas médicas pertinentes y fijaremos una fecha para la intervención.
En la exploración analizamos las características anatómicas y del tejido que presenta la paciente valorando:
- Deseos y expectativas de la paciente
- Medidas de la mama y del tórax
- Cantidad de tejido que aporta la mama de la paciente, cosa que proporcionará una adecuada cobertura sobre el implante mamario
- Grado de caída de la mama
- Existencia de asimetrías, malformaciones y malposiciones de las areolas.
Estos son los factores que según los especialistas en Cirugía Plástica y Estética influyen en la forma, dimensiones y volumen del implante a utilizar, así como en la posición del mismo y vía de abordaje (o cicatriz).
Colocación de la prótesis y abordaje en una mamoplastia de aumento
En el pecho de una mujer podemos encontrar las siguientes capas: piel, tejido celular subcutáneo, glándula mamaria, fascia, músculo pectoral mayor y costillas. Existen tres tipos de bolsillo o lugar donde se puede alojar la prótesis:
- Subglandular: entre glándula mamaria y fascia
- Subfascial: entre la fascia y el músculo pectoral mayor
- Submuscular: debajo del músculo pectoral mayor
En general, el bolsillo más recomendable, por presentar menor índice de contractura capsular y por facilitar las revisiones ginecológicas y pruebas de imagen es el submuscular. El único inconveniente es que el posoperatorio inmediato es un poco más incómodo. La elección de un bolsillo u otro depende, fundamentalmente, de las características de cada paciente.
Para realizar este bolsillo y así poder introducir la prótesis, la incisión o cicatriz puede realizarse en:
- Surco submamario (pliegue inferior del pecho)
- Hemiareolar inferior (mitad inferior de la línea de división entre la areola y la piel normal)
- Axilar (hueco axilar)
De las tres incisiones la más recomendable es la del surco. Es la vía más limpia con menor carga bacteriana de las tres y, por tanto, con menor probabilidad de contractura capsular. Asimismo, es la que menos alteraciones de la sensibilidad produce y, dado que se sitúa en el pliegue de la mama, es la que a medio y largo plazo menos se ve.
La hemiareolar inferior la solemos utilizar en determinados casos, como en los recambios (si la cicatriz estaba posicionada ahí), en las asimetrías y en las ptosis o pechos caídos, si hay que quitar algo de piel en torno a la areola. Por último, la axilar, dado la alta carga bacteriana de la zona, y que nos dificulta la correcta ejecución de la cirugía y el correcto posicionamiento de los implantes que normalmente utilizamos, no la recomendamos.
En quirófano, una vez realizado el bolsillo por el abordaje acordado con la paciente, y antes de la implantación de la prótesis, procedemos a comprobar el volumen y forma definitivos, mediante el uso de sizers o medidores intraoperatorios. Estos medidores son prótesis de prueba iguales en dimensiones y forma a los implantes definitivos y que, colocados intraoperatoriamente, nos permiten ajustar al máximo la elección final del volumen y forma de la prótesis.
Cabe destacar que la mamoplastia de aumento se realiza siempre bajo anestesia general y solo en determinadas situaciones –como son los pequeños retoques y recambios de prótesis– se puede valorar la anestesia local con sedación. La duración de la intervención se sitúa en torno a las dos horas aunque, en determinadas ocasiones (corrección de asimetrías, malformaciones, como la mama tuberosa, etc.) la cirugía nos puede ocupar en torno a una hora o dos horas más.
Posoperatorio y recuperación de la mamoplastia de aumento
La paciente permanecerá ingresada una noche en el hospital dándose de alta al día siguiente. Al alta en condiciones normales retiraremos los drenajes excepto cuando la intervención haya sido más compleja como en los casos de mama tuberosa o mastopexia con prótesis. Además también se mantendrán más días si hemos utilizado prótesis con cubierta de poliuretano.
Entre el cuarto y quinto día, realizaremos la primera revisión, pasando a utilizar ya el sujetador deportivo sin aros. La paciente ya podrá mojarse las heridas aplicándose los cuidados que le indicaremos. Entre el 7º y 10º día la paciente se podrá incorporar a su actividad cotidiana evitando esfuerzos físicos y trabajos que supongan cargar peso.
Otras recomendaciones que deberá de respetar durante el primer mes, son la de llevar sujetador todo el día, la de no masajear el pecho, y dormir hacia arriba.
Durante el segundo y tercer mes, ya podrá realizar deporte suave, aunque deberá dormir con el sujetador deportivo y seguirá sin masajearse el pecho hasta cumplir los tres meses, momento a partir del cual podrá realizar una vida normal como si no se hubiese intervenido.
Las revisiones que recomendamos son trimestrales hasta cumplir el año, y después anuales, con el fin de supervisar y comprobar que todo evoluciona de manera correcta. Solo así podremos aconsejar a la paciente la actitud más correcta en caso de sospechar o presentar cualquier alteración o duda.