Cómo tratar el rubor facial incontrolado con técnicas mínimamente invasivas
El sonrojo o enrojecimiento de la cara de forma incontrolada se debe a una vasoconstricción (disminución de un vaso por contracción de las fibras musculares) de los vasos sanguíneos de la cara. Supone un acto totalmente involuntario y, quien lo padece, ve cómo se desarrolla un bucle en el que, cuanto más piensa en intentar evitarlo, más se desarrolla.
Los pacientes que tienen un exceso de sudoración en la cara también presentan momentos parecidos, por el hecho de sufrir una hiperactividad del sistema nervioso simpático, algo muy difícil de evitar. El hecho de que sea algo incontrolable hace que el tratamiento farmacológico para prevenir sus síntomas sea de por vida, algo que puede conllevar efectos secundarios.
Simpatectomía torácica por videotoracoscopia para tratar el rubor facial
La simpatectomía torácica por videotoracosopia se realiza desde hace más de 15 años para evitar el exceso de sudoración en manos y axilas, llevando a cabo, posteriormente, el tratamiento del rubor facial. En la intervención se interrumpe la vía nerviosa por la que se propaga el estímulo que produce la sudoración y/o el sonrojo, por lo que se soluciona definitivamente el problema.
Es un tipo de cirugía que permite operar al paciente sin necesidad de abrir el tórax, ya que se realiza la sección de la cadena simpática por un orificio de 1cm, en cada uno de los lados del hemitórax. Se trata de una intervención que requiere anestesia general, en la que el paciente es dado de alta al cabo de un periodo de entre 6 y 12 horas, para volver a su vida normal a los pocos días.
Resultados de la simpatectomía torácica por videotoracoscopia
Los resultados de la simpatectomía torácica por videotoracoscopia son excelentes, desapareciendo en un 90% los síntomas de manera inmediata, aunque presentando algún efecto secundario. Entre estos se encuentra la hipersudoración compensadora, que es una leve sudoración en espalda o muslos, que suele ocurrir en el 40-60% de los pacientes, sin ser un gran problema. Asimismo, entre un 5-8% de casos también pueden desarrollar hipersudoración compensadora importante y el denominado Síndrome de Claudio Bernard Horner, que es una leve caída del párpado y constricción de la pupila del ojo, que suele ser temporal. Otros riesgos son los habituales en cualquier intervención bajo anestesia: sangrado, infección, neumotórax, dándose todas en casos puntuales.
La aparición de la cirugía mínimamente invasiva torácica ha permitido que muchos pacientes con hiperhidrosis o con rubor facial puedan beneficiarse de técnicas menos agresivas con excelentes resultados, desapareciendo así su preocupación por el problema.