¿Cómo tratar quirúrgicamente el cáncer colorrectal?
La cirugía del cáncer colorrectal, por lo general, debe realizarse en el espacio de tiempo más reducido posible desde el diagnóstico. Si bien, es muy importante realizar un correcto estudio preoperatorio y de extensión antes de plantear la intervención, pues en ocasiones, según el estadio local o la distancia del tumor, este esquema de tratamiento puede alterarse.
Esto puede ocurrir, por ejemplo, en los casos de cáncer de recto localmente avanzado, en los que se suele realizar terapia neoadyuvante, es decir, preoperatoria, con radioterapia y/o quimioterapia asociada.
También en casos de enfermedad extendida a otros órganos, a veces es necesario realizar tratamiento con quimioterapia, y posteriormente valorar la intervención del carcinoma colorrectal. De todas maneras, es importante una valoración precoz por el cirujano y el equipo para decidir la mejor estrategia de tratamiento para cada caso.
Antes de la cirugía del cáncer colorrectal
Clásicamente, previo a una intervención quirúrgica de cualquier patología colorrectal, se debía realizar una preparación completa de colon, es decir, dieta absoluta y la toma de diferentes soluciones catárticas (laxantes) para limpiar el colon, como se realiza previamente a la colonoscopia, por ejemplo.
Sin embargo, últimamente la tendencia en cirugía de colon se va alejando de esta preparación hacia esquemas menos agresivos, sin realizar preparación completa de colon, evitando de esta manera los trastornos electrolíticos y la deshidratación preoperatoria, como se propone en los protocolos más modernos de rehabilitación multimodal o protocolos de Fast-Track.
Principales técnicas quirúrgicas en cáncer colorrectal
Las técnicas a utilizar dependerán principalmente del tipo y la localización del tumor, y de las características del paciente, es decir, se debe adecuar la técnica a cada paciente y no cometer el error de utilizar la misma cirugía para todo el mundo, ya que, evidentemente, cada paciente es distinto.
Lo que sí es una evidencia es que, si no existe contraindicación para su empleo, la cirugía mínimamente invasiva (ya sea laparoscopia convencional o abordaje a través de puerto único) presenta los mismos resultados a nivel oncológico (control de la enfermedad tumoral) pero con mejores resultados en cuanto a recuperación, con menor dolor, alta más temprana, y menos complicaciones de la herida quirúrgica, como infección o hernias a este nivel, por lo que debe ser considerada de elección a tomar siempre que sea posible.
Cirugía del cáncer colorrectal: en qué consiste
La intervención consiste, básicamente, en realizar una resección de colon o recto, que incluya el tumor, con unos márgenes de seguridad adecuados, y además realizar un vaciamiento ganglionar (del tejido linfático donde drena el tumor) para conseguir realizar una cirugía oncológica correcta, así como para realizar un diagnóstico definitivo correcto para decidir si es necesario asociar algún otro tratamiento.
Postoperatorio de la cirugía de cáncer colorrectal
El postoperatorio va a depender de múltiples factores, pero básicamente se pretende reintroducir la alimentación en 24-48 horas, así como la deambulación (levantarse y caminar) de forma precoz. El tiempo de hospitalización es variable según el tipo de cirugía, pero puede oscilar entre los cuatro y siete días según la intervención y si aparecen o no complicaciones, lo cual puede alterar este postoperatorio.
Cabe destacar que la cirugía laparoscópica ha contribuido a acortar tanto el tiempo de hospitalización como de recuperación del estado previo, pero, como ya se ha comentado, va a depender de múltiples factores, ya sean dependientes del paciente, o de la técnica quirúrgica.