¿Cómo va la vacuna argentina contra el COVID-19?

¿Cómo va la vacuna argentina contra el COVID-19?

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 30/01/2021

La tecnología diseñada por científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), empleará una proteína recombinante, recubierta de SARS-CoV-2, capaz de generar los suficientes anticuerpos que prevengan la infección. También existe un segundo proyecto de la Universidad Nacional del Litoral.


Juan Ugalde, Doctor en Biología Molecular y Biotecnología, encargado del proyecto, afirma que la vacuna va bien y que están por culminar la fase preclínica con animales y que el próximo paso será avanzar a los ensayos clínicos en humanos. 


“Ahora estamos viendo cómo asociarnos con algún laboratorio capaz de escalar la producción. Hay que pensar que para los ensayos a escala en humanos se requiere de una empresa que pueda producir el producto”, afirma el doctor.


“Además del proyecto de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), está el de la Universidad Nacional del Litoral que también financiamos. Ambos tienen en común que utilizan una proteína recombinante como antígeno para que el cuerpo humano directamente sintetice los anticuerpos. Me refiero a Spike, la que envuelve al SARS-CoV-2”, apunta Roberto Salvarezza, Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación.


El doctor Ugalde afirma que hay diferentes tipos de vacunas, pero la suya apuesta a proteínas recombinantes: “tomamos algunos componentes como fragmentos de proteínas y los producimos en un sistema artificial que puede expresarse en bacterias o levaduras. A esto, sumamos adyuvantes, es decir, potenciadores del Sistema Inmune”, comenta.


Por su parte, el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, indica que la ciencia argentina es capaz de producir vacunas, de fabricar sustancias activas, constituir plataformas y no sólo producirlas a escala. En este trabajo destacan los aportes que CONICET y las Universidades Nacionales realizan.


Ugalde dice que la clave en todo esto es no empezar de cero. “Cada laboratorio utiliza la metodología que tiene más a mano. Previo a sus desarrollos del presente, Gamaleya y AstraZeneca ya trabajaban con vacunas con base en adenovirus; Pfizer y Moderna ya venían haciendo ensayos clínicos con ARN para otras enfermedades. En nuestro caso fue un poco lo mismo: nosotros tenemos mucha experiencia en proteínas recombinantes, tanto para el desarrollo de vacunas como para diagnóstico”, destaca.


A mediados de 2020, el grupo de la UNSAM y de la Universidad Nacional del Litoral habían recibido un subsidio cercano a los 100 mil dólares por parte de la Unidad COVID, conformada por el CONICET, el MinCyT y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Sin embargo, a pesar del empujón inicial, la realidad indica que se requiere de muchísimo más capital. En esta línea, las alianzas que se puedan establecer desempeñarán un papel decisivo.


Argentina, como otros países en vías de desarrollo, no tiene la potencia que las grandes corporaciones farmacéuticas, para producir a gran escala, sin embargo, el desarrollo de una vacuna propia no deja de ser una excelente noticia.


Mientras no reciba la vacuna, continúe las medidas impuestas por el Gobierno, además, recuerde hacer uso de herramientas digitales para evitar la exposición al virus, como el servicio de Telemedicina. Top Doctors cuenta con el suyo llamado e-Consultation, para tener una cita por chat privado o Videoconsulta con cualquier Especialista. 

Medicina Interna