Congelación de óvulos: una técnica de preservación de la fertilidad en alza
En las últimas décadas ha existido un aumento de mujeres que desean preservar su fertilidad mediante la congelación de óvulos. El ritmo de vida actual es una de las causas de la demora en la edad para ser madre. Gracias a los últimos avances muchas mujeres pueden disfrutar, en el momento que ellas deseen, de esta etapa distinta de la vida.
Congelación de óvulos, ¿en qué consiste?
La congelación de óvulos es un procedimiento que permite conservar los ovocitos de una mujer en edad fértil y que por diferentes motivos tiene que posponer su maternidad; bien por problemas de salud, como un cáncer de mama, o por motivos sociales, como la estabilidad profesional. Su práctica en Reproducción Asistida se recomienda cuando la edad de la mujer está en la franja con mayor probabilidad de éxito. Se recomienda realizar la preservación antes de los 37 años.
¿Qué es la vitrificación de ovocitos?
Es la técnica más usada para mantener los ovocitos congelados. Ésta consiste en una congelación rápida tras una deshidratación previa de la célula para que no se formen cristales de agua dentro de la misma y que dañen las organelas celulares. Los ovocitos se convierten en una sustancia parecida al vidrio, de ahí su denominación “vitrificación”. En el momento de la desvitrificación mediante una curva de aumento de la temperatura muy rápida en el primer paso, se tiene que rehidratar.
Entre los beneficios que aporta frente a otros procedimientos es que esta técnica es la que consigue una tasa de recuperación más alta. Aunque cabe destacar que la tasa de embarazo siempre estará condicionada a la edad materna, es por ello que se recomienda no demorarse en tomar una decisión.
¿Cuál es la finalidad en ambos casos?
En ambos casos el fin es mantener los ovocitos a baja temperatura durante varios años y poder conservar la tasa de embarazo de la edad en que fueron congelados. De todos es sabido que la tasa de embarazo disminuye a lo largo de los años, siendo máxima de los 20 a los 30 y bajando de forma significativa a partir de los 35.
¿Son efectivas?
Sí, aunque el nivel de eficacia siempre irá en función de la edad. El índice de aneuploidías (cambios en el número de cromosomas y que pueden derivar en enfermedades genéticas) de los ovocitos aumenta de forma importante a partir de los 35 años y a partir de los 40 es muy importante.
La aneuploidia puede consistir en una ausencia o en un exceso de cromosomas. En los humanos lo habitual es tener 46 cromosomas (23 pares). En caso de que el número sea más elevado provocará un aborto en la mujer embarazada o trisomías como el síndrome de Down. Si por el contrario, se presenta ausencia de uno o varios cromosomas se llama monosomía y es, por ejemplo, el responsable de enfermedades como el síndrome de Turner.
Riesgos y contraindicaciones de la congelación y vitrificación de ovocitos
En principio no existe ningún tipo de contraindicación. En pacientes con enfermedades neoplásicas están indicadas de forma previa al tratamiento quimioterápico, puesto que de hacerlo posteriormente los ovocitos se podrían ver perjudicados y reducirse su calidad.
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