Conoce qué son las enfermedades cerebrovasculares y cómo abordarlas
La patología vascular cerebral o enfermedad cerebrovascular es aquella que afecta a los vasos sanguíneos intracraneales. Tenemos una red vascular lo suficientemente bien desarrollada para que, desde la base craneal, llegue hasta la lejana corteza cerebral. Esto se realiza a través de múltiples bifurcaciones que dan lugar a vasos cada vez más pequeños que finalizan en los surcos de las circunvoluciones cerebrales, con un tamaño de pocos milímetros. Además, existen arterias comunicantes que unen las redes arteriales de ambos hemisferios cerebrales, formando en la base craneal el polígono de Willis.
Patologías que se engloban dentro de las enfermedades cerebrovasculares
Las patologías arteriales cerebrales más frecuentes son:
1) Malformativas. Son los aneurismas y las malformaciones arteriovenosas. En este tipo de patologías vasculares cerebrales la afectación de la pared arterial se produce en la capa media y externa.
2) Degenerativas. Es la arterioesclerosis. La afectación de la pared arterial se da en la capa interna, con obstrucción parcial o completa de la luz arterial, por depósito de material arterioesclerótico.
Síntomas de patología vascular cerebral o enfermedades cerebrovasculares
Las patologías vasculares malformativas se ponen de manifiesto en la edad media con hemorragias cerebrales de diferente intensidad. Los síntomas que provoca son cefalea aguda e intensa que va acompañada de distintos grados de alteración de conciencia, pudiendo incluso darse una muerte súbita. La más frecuente es la hemorragia subarcnoidea, que suele presentarse sin graves signos neurálgicos acompañantes, lo que permite que el paciente pueda ser trasladado a un hospital para que se le puedan realizar urgentemente las exploraciones radiológicas pertinentes y se le administre el tratamiento apropiado.
Las patologías vasculares degenerativas son más propias de la tercera edad, y se manifiestan por fenómenos isquémicos. Los síntomas son cefalea asociada a signos de déficit neurológico transitorio (hemiparesia, disfasia, etc.). Si se produce un hematoma intracerebral el déficit neurológico será más severo y la alteración de conciencia puede llegar al coma.
Especialistas implicados en el tratamiento de las enfermedades cerebrovasculares
En la actualidad el tratamiento de la patología vascular cerebral en los grandes centros lo lleva a cabo una unidad interdisciplinar formada por neurólogo, neurorradiólogo neurocirujano y neurocirujano, además de UCI y rehabilitación.
El consenso entre los especialistas determina el tipo de tratamiento a administrar. El experto en Neurocirugía es esencial en aquellos casos en que se haya producido un hematoma que produzca un desplazamiento importante de las estructuras nerviosas a través de la línea media, lo que es sinónimo de fallecimiento en pocas horas.
Los aneurismas caen dentro del campo de los neurorradiólogos intervencionistas, que utilizan tratamientos endovasculares mediante coils o stents, para excluir al aneurisma de la circulación sanguínea. En cambio, los neurocirujanos realizan esa exclusión a través de una craniectomía, cerrando el cuello del aneurisma por fuera de la arteria, mediante clips. Las malformaciones arteriovenosas cerebrales quedan dentro del campo del neurocirujano que precisa, con frecuencia, la ayuda del neurorradiólogo y/o radiocirujano, para los casos más complicados.
¿Los resultados son favorables?
La patología vascular cerebral es la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres. Además, los supervivientes quedan con distinto grado de incapacidad, lo que supone un problema importante para sus familias y un enorme gasto en sanidad.
Los resultados del tratamiento de aneurismas y malformaciones arteriovenosas han mejorado en los últimos años debido a la perfección de las técnicas de la cirugía microscópica, los avances anestésicos y los cuidados en UCI.
Los pacientes con patología vascular degenerativa se han beneficiado de la creación de unidades de ictus en los grandes hospitales. Dichas unidades centralizan a este tipo de pacientes sintomáticos de alteración cerebral y, en pocas horas, se les practican las exploraciones radiológicas que llevan a un diagnóstico y, de forma urgente, se les aplica un tratamiento médico o endovascular. Dicha rapidez en los tratamientos no solo ha disminuido la mortalidad sino también la severidad de las posibles secuelas, habiéndose reducido el grupo de pacientes que, tras un ictus, quedan en situación de dependencia permanente.