¿Conoces los riesgos de la Amniocentesis?
La amniocentesis es un procedimiento invasivo que consiste en la introducción de una aguja fina a través de la pared abdominal materna para aspirar una muestra del líquido amniótico. Esta muestra permite estudiar diversas características del feto y del embarazo.
La paciente no precisa ningún tipo de preparación especial, ni si quiera estar en ayunas, tan sólo se le verificarán una serie de parámetros de sus analíticas como es el grupo sanguíneo o sus serologías.
La principal aplicación a día de hoy de la amniocentesis es el estudio de los cromosomas del feto. Por ejemplo, cuando se ha realizado un estudio de cribado de cromosomopatías con un resultado de alto riesgo y se precisa una confirmación con el estudio de los cromosomas. Los especialistas en Ginecología también recomendamos realizarla en situaciones de sospecha de infección fetal, conocida como corioamnnionitis.
¿Cuándo se debe realizar una amniocentesis?
La amniocentesis es una prueba que está indicada a partir de la semana 16 de embarazo en adelante, es decir, a partir de los 4 meses de gestación. Una vez pasado ese período, se puede realizar en cualquier momento del embarazo; siempre que se crea conveniente para el estudio del feto.
Amniocentesis: riesgos
El principal riesgo de la amniocentesis es la pérdida fetal. El riesgo que existe es cercano al 0’50% en manos de un operador experimentado. También existe un pequeño riesgo, estimado en el 0’30%, de rotura prematura de membranas o de infección del líquido amniótico. Existen otros riesgos muy infrecuentes como el sangrado de la placenta, hematoma de la pared abdominal o traumatismo fetal.
Técnicas alternativas a la amniocentesis
Actualmente la amniocentesis está siendo sustituida, en determinadas ocasiones, por el test genético no invasivo en sangre materna. Este test se realiza como prueba para el estudio de los cromosomas del feto por la ausencia de complicaciones o de riesgo para el feto que suponen estar pruebas denominadas NIPT. Sin embargo, la amniocentesis sigue teniendo su lugar como prueba para estudio definitivo de alteraciones de los cromosomas y para estudio de infecciones fetales.