Conseguir una dieta para adelgazar sin perjudicar nuestra salud
Lo que hemos ganado durante unos meses no debemos intentar perderlo en unas semanas. Nuestro organismo tiene una serie de sistemas de compensación que deben estar en equilibrio y si queremos forzarlo haciendo dietas ultrarrápidas, desequilibradas y con carencias de vitaminas, oligoelementos, etc… y demás sustancias necesarias para nuestro organismo, nos podremos encontrar con las consecuencias de ello, procurándonos malnutrición o carencias etc… Esto es lo primero a tener en cuenta cuando se piensa en dietas para adelgazar rápido sin prescripción médica.
La mejor opción es acudir a un médico que nos haga una historia clínica, exploración, análisis y demás para saber en qué estado de sobrepeso u obesidad estamos en ese momento y saber si existe alguna patología acompañante (diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia…). Así, podemos plantear una dieta adecuada a cada persona según nuestro trabajo, vida social, pero siempre con unas perspectivas reales y bajo vigilancia médica. Hay que tener en cuenta que la OMS recomienda perder de 300 a 800 gramos por semana en el cómputo total mediante un tratamiento nutricional o dietético.
En cualquier caso, hay que saber que no existe ninguna dieta equilibrada cuya base no sea el ejercicio físico. Se puede empezar por caminar una hora al día lo más rápido que podamos pero sin que nos impida ir conversando y hablar mientras lo hacemos. Luego hay que establecer unos criterios de comer 5 veces al día acomodándolos con nuestro médico a nuestras necesidades y horarios lo máximo posible, se trata de fijar un horario lógico y equilibrado aportando en cada comida, desayuno, cena, media mañana y merienda los alimentos necesarios para estar bien nutridos e ir perdiendo el peso adecuadamente. O sea, una dieta personalizada y adaptada a cada uno de nosotros.
El mejor tratamiento es aquel planteado para aprender a comer y no solo a perder peso. Es importante tener en cuenta que es muy difícil, o casi imposible, hacer una dieta equilibrada con todos los nutrientes necesarios que tenga menos de 1200 calorías sin aporte de suplementos y complementos adicionales. Hay que huir de los menús repetitivos con solo algunos o pocos nutrientes o alimentos, ya que nos auto engañamos y lo que finalmente perdemos puede ser parte de nuestra salud. Lo que se debe hacer es un plan personalizado que nos enseñe a comer de todo en las cantidades indicadas y con la frecuencia adecuada y que, además, nos sirva durante el periodo de tiempo del tratamiento y también para tener unas pautas de vida saludable para mantener a largo plazo.
Picar entre horas y la hidratación
Ante la tentación de picar entre horas, hay múltiples alimentos que podemos ingerir y otros que debemos evitar. Por supuesto, se debe huir de la pastelería industrial, pero podemos cambiarlo por un yogurt, por frutas o verduras, por determinadas cantidades de frutos secos (dependiendo de nuestra actividad física), etc… Aunque si estamos bien alimentados, es decir, si cumplimos una dieta adecuada tendremos menos tendencia a necesitar ese picoteo.
Para hidratarnos, hay que incluir en las costumbres sanas y equilibradas los zumos naturales o las bebidas isotónicas, e, incluso, la fruta tal cual. Con todo ello debemos de ser equilibrados ya que lo que más nos sacia y nos conviene para nuestro organismo es el agua.