Consejos para llevar bien la dieta y conseguir bajar de peso
¿Qué puede ayudarnos a llevar mejor la dieta? He aquí algunos consejos. Muchos de ellos ya los conocemos, pero los olvidamos a la hora de aplicarlos. Ahora que llega el verano y muchas personas han decidido retomar la dieta, es momento de ponerlos en práctica.
Casi todos somos algo adictos al comer. No somos adictos a la comida, como no lo somos al respirar. Somos adictos a comer mucho, a picar, a utilizar productos sustitutos de las comidas, como sobres, batidos, etc. Comemos lo que no nos hace ningún bien y a veces no lo sabemos, o si, pero nos engañamos.
En muchas ocasiones no es fácil salir de esta adicción pero, sobre todo, lo que más nos frena para luchar contra ello es el miedo a pasar hambre. Con estos consejos de Endocrinología quizás nos sea más cómoda la dieta.
Consejos para llevar mejor la dieta
No se califique: Deje que lo haga el nutricionista. O, si lo hace usted, sea objetivo. Hay personas que lo hacen mal y creen hacerlo bien, o viceversa. En las siguientes consultas hay que repasar la dieta (sobre todo si no está bajando de peso) y se harán las modificaciones necesarias. Espere a ver los resultados para calificarse.
No pase hambre. Si lo hace:
a) se cansará de la dieta
b) tendrá más apetito en la próxima comida
c) tendrá más ansiedad por la comida en general, y
d) su metabolismo bajará de nivel y entrará en estado de ahorro, al captar que no hay comida, frenando la bajada de peso
Comemos más de lo que necesitamos: Afortunadamente nuestro organismo es capaz de ir quitándose de encima la sobrecarga a la que lo sometemos, sin acumularlo. Pero esto funciona hasta un determinado momento. Pasado un tiempo, dice basta y deja de hacerlo. A partir de entonces va a ser un kilo encima de otro y hablamos de que el metabolismo se ha hecho lento o de que hay resistencia a la insulina.
No solo hemos de bajar peso: Hemos de bajar el metabolismo y/o corregir la resistencia a la insulina. Es, pues, tan importante la dieta de comienzo como la dieta de mantenimiento. Con esta última hemos de mantener un buen peso (racional, no peso ideal) durante alrededor de un año para mejorar las condiciones de nuestro organismo, para corregir esa situación de freno.
Tomar hidratos solo los días de actividad física: En referencia a los hidratos compuestos (arroz, pasta, legumbres y patata). Y, además, que sea al mediodía, no por la noche, pues en esas horas nuestro consumo de energía está mas bajo y acumulamos más grasa.
Cena de fruta máximo de 3 días a la semana: Hay personas a quienes abusar de ellas les hace aumentar o no bajar de peso. Además, no debe coincidir con el día de la comida de hidratos, ya que sería duplicar hidratos. Las frutas llevan hidratos simples, pero más que las verduras. Esa noche se recomienda cenar solo verduras o verduras con proteínas.
Cuanto más comemos, más hambre tenemos: Cuando comemos menos también tenemos menos hambre. Por eso cuesta más el comienzo de la dieta y nos cuesta menos cuando hemos ido bajando poco a poco de nivel (sobre todo en personas que comen mucho).
Revisar la composición de alimentos envasados: El hecho de que ponga en ingredientes leche desnatada, por ejemplo, no quiere decir que sea baja en calorías (le pueden haber añadido grasas vegetales). Asimismo, en los alimentos en que ponga integrales (galletas) o al 0% de grasa, o light, no quiere decir que no lleven azúcar, ya que esta puede estar puesta como azúcar o bien como sacarosa, glucosa, fructosa o dextrosa.
Coma despacio: Si comemos deprisa, cuando nos hemos saciado hemos comido más que si hubiéramos comido más despacio.
La cena debe de ser floja: Mejor sin pan ni fruta (sobre todo en diabéticos). Conviene que sea solo de verduras, solo de fruta (no más de 3 noches a la semana), o verdura con proteínas (carne, pescado, huevos, lácteos). No deberíamos de tomar pan ni hidratos compuestos (arroz, pasta, legumbres, patata), a menos que estemos haciendo una actividad física muy fuerte.
Utilizar la imaginación culinaria: Para que la dieta sea variada, para no cansarnos y para no sentirnos demasiado a dieta. Lo más importante de una dieta es que sea cómoda, por lo que se recomienda:
1. variar el tipo de ensaladas
2. variar el tipo de guisos
Usar platos planos y pequeños: Claro está que dependerá de lo más o menos “comedores” que seamos. Convendría acostumbrarnos así y, sacando a la mesa toda la comida que vamos a tomar, a comer menos. Es recomendable sacar ya a la mesa incluso la fruta que tomaremos al final de la comida.
Quedarse con algo de apetito al final de la comida: No es lo mismo que pasar hambre. Esto podemos hacerlo poco a poco, sobre todo si comemos despacio y hemos ido bajando las cantidades.
Comer fruta dos veces al día: En piezas o, al menos, en zumos. En comidas o fuera de las mismas. Mejor en piezas porque lleva más fibra y hemos de masticar.
Hacerse menús: Mejor para toda una semana y luego cambiarlo cada semana.
Busque en mercados alimentos permitidos que le sean gratos: Se recomienda comer buen pan integral, buena leche desnatada, etc.
Si hacemos alguna comida de compromiso (celebración): Ese día se recomienda no comer pan y la otra comida fuerte hacerla solo de verduras. Informarnos del menú que nos van a servir para poder seleccionar, ya que siempre suelen poner mucha comida.
Tener preparados caprichos bajos en calorías: Por ejemplo en listas de “alternativas a dulces” o de la lista de “alimentos permitidos en cantidad libre”.