Consulta Gastroenterológica: Oportunidad y resultados
Los síntomas claves para que un paciente contacte a un Gastroenterólogo son Acidez, Pirosis, Dolor, Molestias Abdominales, Sensación de Distensión Abdominal y Estreñimiento. En ocasiones, esta consulta ofrece cuatro niveles de atención con un enfoque en cascada:
1. La autoatención con productos de venta libre
2. El punto de vista del farmacéutico
3. La perspectiva del Médico de atención primaria: donde los síntomas tienen un papel primordial en la presentación del paciente
4. La visión del Especialista
Por lo general, los síntomas gastrointestinales aparecen como cuadros crónicos o recurrentes que se atribuyen a la Faringe, Esófago, Estómago, Vías Biliares, Intestino, Ano y Recto.
Hay evidencia que sugiere que solo 50% de los enfermos con Dispepsia consultan al Médico y los motivos de esta pueden ser el elemento que determina la conducta que el paciente decida adoptar.
Para el manejo de los problemas gastrointestinales resulta importante conocer la epidemiología local o regional de la enfermedad, considerando la prevalencia de Enfermedades Parasitarias, como lombrices y virus, así como la incidencia de Enfermedades Malignas. También hay aspectos culturales y religiosos que inciden en el tipo de reacción que tiene el paciente ante los síntomas, por ejemplo, la población japonesa es conocida por su tolerancia al Dolor y en otras culturas soportar el Dolor u otras molestias puede considerarse una especie de sacrificio que puede ser beneficioso para el alma y la vida del más allá. El tener que hacer frente a factores de Estrés Ambiental o Psicológico como la guerra, la migración, el hambre, el abuso sexual o el acoso pueden incidir en gran medida en la causalidad de las enfermedades y la aparición de síntomas.
Por último, en algunas culturas, los alimentos picantes constituyen un verdadero problema. Las diferencias en las tasas de incidencia de síntomas abdominales comunicadas por los diferentes países deben ser interpretadas con cautela, ya que es posible que reflejen diferencias culturales, idiomáticas o en la forma en que sus poblaciones expresan la enfermedad, además de posibles diferencias metodológicas.
Es probable que las diferencias culturales se determinen en:
- Percepción de los síntomas: las diferencias en las ideas e inquietudes
- Concurrencia a consulta médica (incluyendo el acceso a la atención)
- Uso de medicación
- Tipos y patrones de tratamiento preferidos
- Expectativas en cuanto a los resultados del tratamiento
- Disponibilidad relativa de medicamentos de venta libre y con receta