¿Cuáles son los embarazos que se consideran de riesgo?
Se considera embarazo de riesgo aquel que comporta una mayor probabilidad de complicaciones que puedan ocasionar enfermedad o mortalidad a la madre o al bebé, antes, durante o después del embarazo.
Aquellas que aparecen antes del embarazo pueden ser más fácilmente controlables que aquellas que aparecen durante la gestación porque se está sobre aviso y siempre serán embarazos seguidos más de cerca. Como ejemplo de complicaciones que pueden acontecer en un embarazo destacan la hipertensión, la diabetes o las alteraciones del crecimiento fetal.
Factores implicados en un embarazo de riesgo
Entre las causas más frecuentes que pueden provocar que un embarazo sea considerado de alto riesgo destacan cuatro grandes grupos:
- Factores sociodemográficos: edad materna (menos de 15 o más de 35 años), peso extremo, adicciones (como el tabaco), no seguimiento del embarazo, riesgo laboral.
- Antecedentes médicos: hipertensión arterial, diabetes, enfermedades del corazón, de los riñones, epilepsia, etc.
- Antecedentes de embarazos previos: abortos de repetición, malformaciones, partos prematuros, crecimiento intrauterino retardado, etc.
- Enfermedad en el embarazo actual: embarazo múltiple, hipertensión del embarazo, infecciones de orina de repetición, placeta previa, alteraciones del líquido amniótico, etc.
De entre ellos quizás los más frecuentes sean la edad materna, la diabetes del embarazo, los abortos de repetición o las enfermedades previas de la madre en nuestro medio.
¿Se pueden evitar los embarazos de riesgo?
No siempre podremos evitar que un embarazo se convierta en gestación de alto riesgo, pero siempre podremos intentar prevenir sus complicaciones.
La primera medida a adoptar es la prevención de los embarazos de alto riego (no siempre posible); para ello es importante asistir a una consulta preconcepcional en la que se evalúe de manera detallada a la futura madre identificando potenciales factores de riesgo.
Como no siempre esto es posible, como segundad medida es fundamental la identificación precoz de una gestación de alto riesgo, porque el hecho de tener un embarazo de estas características va a modificar su seguimiento, haciéndolo más estrecho.
Las embarazadas de alto riego van a tener un control más estricto y completo así como una serie de cuidados especiales. Ello conlleva, en ocasiones, la derivación a unidades materno-fetales especializadas con cuidados intensivos neonatales. Se aplicará un protocolo específico para cada paciente en función de sus riesgos, cuyo objetivo es la prevención y el diagnóstico precoz de las complicaciones.
Para más información consulta con un especialista en Ginecología.