¿Cuándo se debe hacer la ecografía 4D?
La ecografía 4D es un tipo de ecografía que obtiene una secuencia de imágenes tridimensionales en 3D. Lo característico es que éstas imágenes son en movimiento y a tiempo real, lo que permite valorar mejor la actividad fetal. Por ello, la ecografía 4D es muy utilizada por los especialistas en Ginecología y Obstetricia.
Ecografía 4D: ¿cuándo hacerla?
La ecografía 4D se puede realizar en cualquier etapa gestacional dentro del período que comprende a partir de las 12 semanas y hasta avanzado el tercer trimestre. Sin embargo, es conveniente realizar este tipo de ecografías entre las semanas 24 y 32, e idealmente entre las semanas 26 y 28.
Si la ecografía se realiza a partir de la semana 32, es muy probable que el feto se encuentre por debajo del diámetro mayor de la pelvis materna y por ello sea muy difícil obtener imágenes en 3D y 4D.
La paciente debe acudir a someterse a la prueba habiendo ingerido algún alimento, es decir, evitando el ayuno. Es importante evitar las cremas para la piel, porque crean una interfase con el gel que se utiliza para hacer la ecografía y esto podría disminuir la calidad en las imágenes.
Ventajas de la ecografía 4D
Para realizar una ecografía 4D se utiliza el mismo principio físico que al realizar la ecografía convencional, por lo que es un método inofensivo tanto para la madre como para el feto.
La principal ventaja de la ecografía 4D es que permite obtener una calidad de imagen muy alta, lo que conlleva que sea posible valorar de manera acuciosa la morfología y la dinámica fetal, así como los parámetros del perfil biofísico fetal.
Esta prueba permite visualizar con gran precisión los volúmenes fetales facilitando la detección de malformaciones, así como valorar todas las estructuras que rodean el feto como por ejemplo el líquido amniótico, el cordón umbilical y la placenta.
Todas las imágenes que se obtienen a raíz de la ecografía 4D se graban para, posteriormente, poder ser reproducidas a los familiares y amigos. Además, esto también es útil para que otros especialistas visualicen las imagénes y valoren el estudio morfológico fetal con el fin de resolver posibles dudas.
Realizar la ecografía 4D durante el embarazo, no sustituye a la tradicional ecografía 2D que se raliza durante el primer trimestre para el cribado de aneuplodías. Tampoco sustiuye a la ecografía 2D de la semana 20-22 que se utiliza para el estudio morfológico fetal.
Una ventaja adicional, es que es una ecografía bastante más fácil de entender para los padres, lo que puede significar un plus en la tranquilidad de ambos al valorar la integridad y bienestar de su hijo/a, significando un impacto positivo tanto psicológico como emocional.