¿Cuándo se extirpan las anginas?
Las anginas son unos acúmulos de tejido linfoide que sirven como primera defensa y para la creación de anticuerpos en la puerta de entrada del aire y los alimentos, sobre todo en niños pequeños. Su máximo periodo de crecimiento se produce entre los 3 y los 5 años.
El aumento excesivo de las amígdalas puede producir problemas de infecciones de repetición o de obstrucción respiratoria, sobre todo nocturna, conocida como Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS).
Síntomas de las anginas
En caso de infecciones o amigdalitis de repetición aparece fiebre, dolor de garganta con dificultad para tragar, que responden mal a los antibióticos o se repiten enseguida tras terminar el tratamiento.
En los casos de SAOS, el niño presenta ronquido nocturno con pausas durante las que se interrumpe el ronquido y la respiración, aunque no los movimientos torácicos respiratorios. Esto provoca falta de oxígeno en sangre que a largo plazo puede dar lugar a problemas cardiovasculares.
Tratamiento para las anginas
En los casos indicados, el tratamiento de las anginas es y consiste en la extirpación de las amígdalas, en el caso de infecciones de repetición, y en la extirpación o reducción, en el caso de SAOS.
A causa del sangrado (principal riesgo de la cirugía) y del efecto de la saliva (que dificulta la cicatrización), normalmente se emplean sistemas como la Radiofrecuencia, que sellan los vasos y disminuyen este riesgo considerablemente.
¿Cuándo se extirpan las anginas?
Normalmente las anginas se extirpan en amigdalitis de repetición que no responden a tratamiento médico o en SAOS con gran hipertrofia y adultos o niños mayores. En niños pequeños con SAOS la reducción es muy eficaz.
Empeoramiento de las anginas
Las infecciones de amígdalas pueden producir complicaciones, como los abscesos periamigdalinos en los que la infección se sale de lo que es puramente la amígdala y se extiende a los tejidos del cuello.
Estas infecciones pueden llegar a ser graves si afectan a los vasos del cuello o descienden hacia el tórax (mediastino). Por este motivo precisan drenaje quirúrgico y generalmente amigdlectomía tras haber superado la infección. Otras complicaciones de las infecciones son la fiebre reumática o algunas formas de psoriasis.
El SAOS por hipertrofia adenoamigdalar mantenido puede producir sobrecarga del corazón y los pulmones (cor pulmonale), que se ven sometidos a un esfuerzo extra para vencer la resistencia producida por la falta de oxígeno. Habitualmente el problema desaparece tras la extirpación/reducción de amígdalas y adenoides.