¿Cuándo se recomienda una circuncisión en adultos?
La circuncisión es el acto quirúrgico con el que se extirpa, total o parcialmente, el prepucio del hombre. El prepucio es tejido que recubre el glande y tiene como función principal establecer el pH y la temperatura interior correctos para así mantenerlo sensible, húmedo y suave. Aunque en las últimas décadas, la circuncisión se ha ido practicando a los menores de edad pasados los tres años, hoy día existen un gran número de adultos a los que se debe realizar.
¿Cuándo se debe realizar una circuncisión en adultos?
La circuncisión en adultos por razones médicas se practicar en dos situaciones:
1. Cuando el prepucio es demasiado estrecho y no permite que el glande se deslice durante la erección y provocando cierto dolor. En este caso la llamamos fimosis.
2. Cuando el prepucio es demasiado largo y se genera una deficiente condición higiénica en el glande, lo denominamos prepucio redundante.
¿Qué beneficios aporta? ¿Qué consecuencias puede provocar en algunos casos al no realizarla?
El beneficio de practicar una circuncisión es más claro cuando el estrechamiento de la piel de la punta del pene no permite mantener relaciones sexuales satisfactorias al incapacitar la retracción del prepucio. En otros casos, además de aliviar el dolor, se evita la hinchazón de esta parte durante la micción.
Los problemas que puede comportar la no realización una circuncisión a tiempo son distintos. En el ámbito sexual, supone la práctica de relaciones sexuales dolorosas y que, al final, conlleven un cierto trauma y se evite practicarlas. Además, un estrechamiento de la piel aumenta la probabilidad de generar hongos como el llamado balanitis candidiásica.
En raras ocasiones puede generar un cuadro muy doloroso y urgente de resolver, llamado parafimosis. Éste consiste en que una vez bajada la piel de la punta del pene no pueda volver a su sitio causando gran molestia.
¿Afectará a la sensibilidad del pene? ¿Y a la hora de practicar sexo?
En principio no influye en la sensibilidad, pero durante los primeros seis meses tras la realización de una circuncisión, la sensibilidad irá ajustándose y equiparándose a la situación previa. Tras unos meses, la práctica de las relaciones sexuales debería ser plena. En el caso de tener alguna duda o incomodidad al respecto, se recomienda visitar al andrólogo para que analice el caso.
¿Qué consejos y cuidados deberá seguir el paciente durante las semanas posteriores?
Las primeras dos semanas posteriores a la circuncisión serán las más molestas. A partir de este período la situación estará más controlada y poco a poco se irá normalizando.
Al principio, lo que más sorprende son la cantidad de erecciones nocturnas que se mantienen y que harán despertar al paciente por ser incómodas y sin poder ser evitadas. También sorprende que durante las primeras semanas al inflamarse la punta del glande por el roce con la ropa interior sea frecuente que se miccione en forma de “regadera”, recomendándose que se orine sentado en el retrete.
En esta etapa es muy importante mantener una correcta higiene y desinfección de la zona intervenida. De este modo, se deberán realizar curas de agua, jabón y antiséptico, dos veces al día. A partir de la tercera semana se harán una vez al día.
Durante las primeras tres semanas también se empleará un vendaje de la herida, principalmente para salir a la calle y protegerlo más aún de posibles microorganismos.
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